“Una forma de devolver la mano a la comunidad internacional”. Así explica el gobierno chileno su participación en programas de reasentamiento, como el que bajo el lema “Chile País de Acogida” trae desde un lejano campamento ubicado en la frontera entre Siria e Irak a 29 familias palestinas.
Son 117 personas que se trasladarán al país en tres grupos, el primero de ellos de 39 personas que llegaron a la comuna de La Calera -Región de Valparaíso- el pasado 6 de abril.
El resto del grupo arribará en otras dos etapas a San Felipe, Recoleta y Ñuñoa. El viaje es coordinado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que junto al Gobierno de Chile y la Vicarías de Pastoral Social y de los Trabajadores son los patrocinadores de la iniciativa.
Integración
Al sumarse a este programa de reasentamiento solidario Chile asume el
compromiso de velar por la seguridad de las familias palestinas, además
de respetar sus ritmos, su religión –son musulmanes-, sus
costumbres y acompañarlos en sus aprendizajes.
Asimismo el Estado les garantiza el mismo derecho a la vivienda del que
gozan los chilenos, a través de los mismos procesos de postulación
y subsidios a los que ellos acceden. Lo mismo ocurre con la educación,
a la que tendrán derecho los niños en edad escolar en establecimientos
públicos de las ciudades donde residan, y la salud.
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