LOS ANGELES.- Casi dos semanas de espera y especulaciones llegaron hoy a su fin. La familia Jackson y los voceros del fallecido cantante no habían querido adelantar detalle alguno de sus funerales, que hoy se realizaron en una emotiva ceremonia que mezcló elementos musicales, religiosos y hasta políticos, a la altura del que fuera considerado "rey del pop".
Hoy los misterios llegaron a su fin. Tras casi dos horas de "homenaje" (que es el término que el entorno de Jackson siempre prefirió ocupar), la sorpresiva intervención de la hija del cantante, Paris, logró rebasar las cuotas de emoción que ya eran altas entre los presentes. "Desde que nací, mi papá ha sido el mejor padre que uno podría imaginar", dijo con voz temblorosa, antes de estallar en llanto.
Hasta último minuto no se sabía si los hijos de Jackson —cuyos rostros el cantante siempre cubrió con máscaras, cuando iban a lugares públicos— estarían presentes, por lo que las palabras de la niña sorprendieron a los presentes.
Jermaine y Marlon Jackson, hablaron previamente en nombre de la familia, y junto al resto de los hermanos retiraron luego el féretro desde el escenario.
Fue el final de un homenaje de más de dos horas, en el que participaron diversas figuras del espectáculo, entre otras personalidades.
Con media hora de retraso, cerca de las 10:30 locales (13:30 en Chile), el reverendo Lucious Smith, amigo de la familia Jackson, dio inicio oficial a la ceremonia en el Staples Center, donde previamente se habían leído mensajes de Diana Ross y Nelson Mandela.
Mariah Carey, tras las palabras del religioso, estuvo a cargo de la primera interpretación musical, con el tema "I'll be there". A partir de entonces se sucedieron por igual los recuerdos, los discursos y las canciones sobre el escenario, en una ceremonia que tuvo como permanentes sellos la emoción y la reivindicación de la figura del artista.
Recuerdos de su vida, exaltación de su legado artístico, su rol como representante del mundo afroamericano y hasta el planteamiento de su inocencia en los casos de abusos contra menores en que su nombre se vio involucrado, fueron los temas que estuvieron presentes en las intervenciones de distintas personalidades.
En esa última línea se situó el reverendo Al Sharpton, quien ofreció el más encendido discurso. "Cada vez que lo noqueaban se volvía a parar (...) Tuvo que lidiar con cosas raras, pero él no era raro", aseguró, en una intervencíón que también estuvo orientada a destacar el rol del cantante en temas raciales.
"Ahora no es extraño ver a Oprah (Winfrey) en televisión, a Tiger (Woods) jugando golf (...) Michael Jackson hizo eso", dijo el religioso, quien hasta incluyó la llegada a la presidencia de Barack Obama en esa cadena de apertura hacia el mundo afroamericano, que el artista habría iniciado. Al respecto también se pronunciaron los hijos de Martin Luther King.
Más lejos fue la diputada Sheila Jackson Lee, al asegurar que "las personas son inocentes hasta que se pruebe que sean culpables, eso dice la Constitución", en clara alusión a las causas judiciales que el cantante enfrentó por acusaciones de abuso de menores. La congresista resaltó el rol humanitario del cantante y hasta anunció la presentación de una moción en el Congreso para honrar la memoria de Jackson.
Canciones, discursos y lágrimas
Fueron momentos en que el público aplaudió, pero la mayor emoción vino cuando hablaron algunos de sus más cercanos. Como la actriz Brooke Shields, quien tuvo un romance con el cantante cuando ambos eran muy jóvenes. Apenas conteniendo el llanto, la protagonista de "La laguna azul" dijo que "tuvimos que ser adultos muy jóvenes, pero juntos éramos dos niños", y recordó diversos episodios de ambos.
La actriz recordó que la canción favorita de Jackson era "Smile", de la cinta de Charles Chaplin "Tiempos Modernos", y que a continuación interpretó Jermaine Jackson, hermano del cantante.
La presencia del ex integrante de los Jackson 5 engrosó sorpresivamente la lista de artistas sobre el escenario, que también incluyó a Lionel Richie, Stevie Wonder, Usher y John Mayer, entre otros, hasta el término con los colaboradores de Jackson en los frustrados conciertos en Londres interpretando "We are the world", canción firmada por el fallecido cantante junto a Richie.
Luego, se subieron a escena todos los que participaron del homenaje, más los hermanos e hijos de Jackson, para interpretar "Heal the world", otro de los mayores himnos de cariz humanitario compuestos por Michael Jackson.
Las palabras de Marlon Jackson ("tal vez ahora, Michael, te dejen tranquilo"), el retiro del féretro levantado por sus hermanos y el llanto de la inconsolable Paris Michael Katherine, marcaron el final de la ceremonia, que fue seguida por más de 20 mil personas en el Staples Center de Los Angeles y por cerca de mil millones en televisión. Un entorno grandilocuente, pero que resulta más que comprensible al recordar que se trata, ni más ni menos, que del día en que el pop despidió a su rey.