No perdió un sólo mano a mano. Fue al piso siempre con seguridad y cerró su sector con seguridad. El capitán de la U calló a todos sus eternos críticos y pasó a la historia de su amado club.
El defensor no cometió ningún error esta noche. Una de las piezas claves de la actuación azul en el torneo, hoy tampoco falló. Cerró su sector, ganó todos los mano a mano y siempre salió con claridad.
Extraordinario lo del zaguero, uno de los mejores de la cancha. Cerró todos los caminos de Liga, tanto por arriba como por abajo. Tuvo una evolución notable de la mano de Sampaoli, siempre anticipó los ataques rivales y nunca perdió su posición. Consagratorio.
Se comió la cancha el argentino. No paró nunca de correr, dejo huellas por el sector derecho. Marcó, se desplegó, llegó a línea de fondo e incluso se dio el lujo de rematar sobre el arco de Domínguez. Al final fue expulsado por doble amonestación, pero eso fue sólo un detalle menor.
Otro de los que tuvo un crecimiento inusitado en el 2011 de la mano de Sampaoli. Manejó todos los tiempos del equipo, con gran visión periférica y una labor táctica encomiable, siempre estuvo bien ubicado en el campo. No luce, pero es indispensable en el campeón sudamericano.
Todos los avances de la U pasan por Marcelo Díaz. El volante, renacido el año pasado en La Serena, ahora concretó todo su potencial vistiendo la camiseta que lo vio nacer. Siempre con la cabeza levantada, nunca erró un pase y estuvo atinado con la pelota. Su manejo de los tiempos fue clave para el rendimiento del equipo.
El “Chueco” estuvo en todas por la izquierda. Cuando tuvo que retroceder clausuró su sector, cuando debió atacar lo hizo con criterio. El zurdo, salido de Wanderers, confirmó que es un valor que va en alza y que tiene un gran margen por crecer.
Es tan rápido Castro, que es casi imposible detenerlo. El “Toby” nunca deja de preocupar la salida de los defensores rivales y siempre cuando arranca complica mucho. No estuvo muy atinado en la definición esta noche, pero su trabajo desgastando a los zagueros de Liga fue fundamental.
No hay adjetivos para el mejor jugador de la Copa Sudamericana. Tiene todo: velocidad, habilidad, explosión, inteligencia y gol. Un futbolista como hace mucho no se veía en Chile, que si no pierde el norte y la orientación no tiene límites. Hoy anotó dos tantos que lo convirtieron en el máximo anotador de la historia del torneo con 11 goles en una misma edición.
Su labor puede ser criticada, pero es fundamental para el equipo. Siempre esta apurando y amenazando la salida de los defensas. Apareció siempre en los momentos claves, como ante Arsenal en cuartos. Hoy estuvo lejos del gol, pero su labor siempre fue importante.
El argentino fue titular casi toda la campaña y tras un mal partido en Río ante Vasco perdió la titularidad. Sin embargo, tuvo revancha. Ingresó a los 53’ por Castro y lo hizo de gran manera, distribuyendo y generando buenas opciones para anotar. Tuvo su recompensa marcando el gol de la tranquilidad a los 79’.
El intocable de la U. El argentino ingresó en los últimos cinco minutos para rendir homenaje a su trayectoria en el club. El título de la Sudamericana es el broche de oro a su carrera en los azules.