Aunque Woody Allen no valora los Oscar como la mayoría de sus colegas- varias veces ha dicho que no le interesa el trofeo- La Academia podría entregarle su cuarto reconocimiento como mejor guionista con la historia de Jasmine, una mujer arribista y superficial que padece problemas psicológicos tras el quiebre marital con su esposo, un millonario que es detenido por estafa. El cineasta ya se llevó este galvano por “Annie Hall” (1978), “Hannah y sus hermanas” (1987) y “Medianoche en París” (2011).