Tiene una trayectoria de dos décadas, pero este actor británico recién ahora se destaca como uno de los grandes talentos del Reino Unido, gracias a su primera colaboración con el director Steve McQueen. Su rol como Solomon Northup, un ciudadano libre que es vendido como esclavo en el siglo XIX, fue ejecutado a la perfección sin seguir los típicos estereotipos de las películas centradas en este tema, pues logró empatizar sin apelar a la emotividad simple.