¿Y si en vez de seguir dando la pelea acá y leyendo predicciones a ver si viene algo mejor, agarramos un par de cosas importantes en un bolso y nos vamos todos a otro planeta a probar si nuestra suerte cambia en otra parte del Universo, ah? …Más de una vez lo pensé en el radical 2013 y cuando miro lo que viene y no lo veo tan distinto vuelvo a jugar con la idea.
Pero no. Eso le gustaría a nuestro ego: por arte de magia vivir en un mundo mucho más amable, libre de problemas, felices para siempre... Jajaja. Cuánta fantasía ha sido capaz de crear nuestra mente colectiva que hasta ahora fue tan infantil y que por fin en el último par de años ya muestra atisbos de despertar más concretos que, en un principio, nos dan la sensación de caos pues no hay nada –externo- en qué confiar ni a qué aferrarse. Pero es sólo el inicio de la gran transformación que atravesamos y que quiere que nos liberemos del miedo, poderosa emoción que nos dará trabajo este 2014.
Además, resulta que hemos elegido (nuestra alma) vivir acá en este noble planeta llamado Tierra que tanto egoísmo nos ha aguantado. Y como se cansó, ahora cambió su vibración para que nosotros también lo hagamos, sólo que no todos se enteran ni es tarea fácil empezar a moverse de otra forma: más lento, valorando lo simple, en unión con la naturaleza y el Todo, cuidando de nosotros, permitiéndonos ver la magia perfecta de la Vida (incluso en cada dolor que nos toca) que escapa a nuestra pequeña voluntad.
Por lo mismo, es tremendo regalo estar aquí y ahora. No podemos huir de la invaluable oportunidad de ser protagonistas de un cambio personal y colectivo sin precedentes, que cada día se acelera más y nos da la sensación vertiginosa de una vida demasiado agitada e impredecible.
Con un ego más liviano, observando mejor nuestros pasos y decisiones, con mayor intuición y sabiduría, desde la plenitud de ser en vez de conectarnos sólo con el hacer.
Entonces, ¿hay algo que predecir en tiempos como estos? Mmm, la verdad, como van las cosas, parece que no y que algunos tendremos que buscarnos otro oficio... Pero ya que comencé, veo que igual hay algunas líneas, ciertas luces en el camino que pueden ayudarnos a caminar por los senderos de este nuevo año, que viene intenso. Una de las claves del 2014 es conectar con la quietud: respirar, sentir, y demorarnos un poco antes de actuar. Esa calma puede hacer que permanezcamos en el centro del huracán y que encontremos grandes respuestas mientras afuera todo se agita.
Otra clave es terminar de soltar lo antiguo: hábitos, cosas, recuerdos absurdos, pensamientos repetitivos, DESEOS (con mayúscula), etiquetas sobre los demás y nosotros mismos. ¿Por qué? Hace años que estamos practicando el desapego, que nos enfrenta a nuestros peores miedos, pero también nos da mucho alivio.
Conectar con el corazón
No todo es trabajo duro. El 2014 esconde (para quien sepa captarla) una oportunidad para el… Amor. Pero –lo siento- no suspire, estimado lector, porque en esta nueva era (lo he dicho hace rato ya), esta palabrita que tanto nos mueve, está –muy- lejos de la comedia romántica hollywoodense llena de drama y fantasía. Ahora se abre una energía amorosa que nos lleva a lo real: a concretar, a querernos más a nosotros mismos en primer lugar (sin narcisismo sino desde la aceptación), a todos los seres en segundo, y en tercero a ese él o ella que tengamos –o que aparezca- en frente, que de príncipe ni princesa no tendrán ni los zapatos, pero sí de honestidad y expresión.
Con Marte en Libra casi todo el primer semestre, nuestras relaciones más cercanas (especialmente pareja y socios) estarán sometidas a pruebas, conflictos, decisiones e iniciativas que busquen restablecer los equilibrios perdidos. Los tímidos tendrán que dar el salto, atreverse a conquistar y mostrar lo que sienten, mientras que los rabiosos tendrán que ser más conscientes del daño mutuo que muchas veces provocan.
En la misteriosa casa vecina de Escorpión, Saturno seguirá a sus anchas, desentrañando nuestras inseguridades, apegos, secretos, temas no resueltos y auto-engaños (incluyendo ese que dice “pero si yo soy bueno(a), ¿por qué me pasa esto?) para que sí o sí nos hagamos cargo con dignidad. 2014 no nos aguantará medias tintas ni guardar mentiras o incomodidades bajo la alfombra, al contrario, nos mostrará la cruda realidad nuestra y de lo que hemos construido. “Don Satur” también premiará nuestra intuición y nos enseñará a hacerle caso; lo mismo hará con el ahorro, a él no le gustan ni la gula ni el consumismo. E igualmente pondrá mucho ojo en nuestra sexualidad para que la vivamos mejor.
Estamos ante un año especial. Comenzamos con Luna Nueva en Capricornio (signo práctico y emprendedor) el mismo 1 de enero, como si una varita mágica celestial realmente diera “el vamos” al nuevo ciclo y nos dice:
ya que en este mismo signo además estarán aplaudiendo Venus (relaciones, goce, armonía y belleza), Plutón (cambios drásticos, intuición y consciencia), Mercurio (comunicación, ideas, curiosidad) y el Sol, nuestra identidad.
2014 es un año para conectar profundamente con el corazón y eso se logra –en parte- deteniéndonos y aprendiendo a estar con nosotros mismos, sin buscar insistentemente cosas afuera que nos dan alegría un rato y luego nos hacen sentirnos con el mismo vacío inicial. También –y Neptuno en Piscis nos ayuda- viéndonos en lo claro y oscuro de los demás para vivenciar que somos impresionantemente iguales.
Si entendemos que ahora hay que vivir de otra forma, más pura, este 2014 trae grandes regalos porque muchos encontrarán cosas que realmente les harán sentido y los reconectarán con su misión del alma. Desde lo físico, habrá desafíos telúricos y volcánicos, también con el agua en el primer semestre; mientras que el fuego, el clima, la electricidad y el gas harán noticia. Será mejor no hacer caso a anuncios mundiales sobre economía porque de lo que se trata es de ponerle más consciencia al sistema económico en el cual basamos nuestro diario vivir, por eso están favorecido el ahorro para proyectos personales, los emprendimientos pequeños y las terapias complementarias que nos llevan a profundizar en por qué enfermamos en vez de sólo tomar la medicina adecuada…