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![]() Pero pasaron nueve años antes que los muchachos de Villa Feliz vieran la luz. El 26 de agosto de 1954 marca el debut del equipo comandado por Pirulete, el hábil delantero y capitán. Sam, Mono, Pelusa, Ciruela y Roque; Bototo, Chico y Guatón; Torito y Pelao, además del habitual suplente Palmatoria, conforman el resto del equipo. El éxito fue sorpresivo e inmediato. Los primeros números de la revista en blanco y negro se vendieron rápidamente y Vallejos no debió esperar mucho antes de conseguir la edición y distribución a través de Zigzag. La revista pasó por cuatro épocas. Durante la primera, que se extendió hasta 1962, salían a la venta en forma quincenal. Luego era posible conseguirla cada siete días y a color. La historia se basaba en las aventuras un club de fútbol formado por niños del pueblo de Villa Feliz. Dirigidos con paciencia – y experiencia- por Mister Pipa, los muchachos se convirtieron en jóvenes ídolos futbolísticos. Cada número narraba un partido ante un rival de turno que disponía de uno o más jugadores capaces de complicar al gran Barrabases. Así, los villanos no eran más que otros jóvenes jugadores con disímiles características. Cañoncito destruía todo con sus potentes tiros; Candado atajaba todo lo que iba a su arco; Pata Loca chuteaba para cualquier lado. Pero también la historia contaba todo lo que rodea al fútbol, como los traspasos entre clubes, los “arreglines” entre los dirigentes, las barras bravas o las crisis del equipo. Por ejemplo, en una oportunidad, Vallejos hizo descender a Barrabases a la segunda división, pero bajaron también tanto las ventas que el equipo tuvo que volver rápidamente a primera y seguir alzando copas. ![]() En su segunda y tercera época, ya a mediados de los setenta, la revista adquiere mayor fuerza y conquista incluso el mercado extranjero, llegando a distribuirse en México. El éxito futbolístico de Barrabases también fue real para Vallejos, quien se transformó en empresario y creó Ediciones Guido Vallejos. Ahí nacen otras publicaciones suyas como "El Pingüino" o "Mi vida". La última etapa de la revista comienza en 1989, pero desde entonces su popularidad comienza un descenso, quizás motivado a los cambios que sufrió la calidad del dibujo y a las nuevas entretenciones que sin duda se apoderaron de quienes entonces, ya a fines de siglo, eran niños. Actualmente es el propio Vallejos quien se preocupa de dibujar, colorear, editar y publicar los números, por lo que su aparición en quioscos es cada vez más escasa e insegura. Los otros personajes No hay una buena historia, sin un gran grupo de otros personajes secundarios que la respalden. Es imposible dejar de mencionar a Patas de Palillo, el arquero suplente, y a Cara de Auto, otro que entraba de vez en cuando a reforzar la zaga. Mr. Pipa estaba asesorado en la banca por el profesor Ñeque (PF), el doctor Serrucho y el kinesiólogo Cacharro. La mascota ha sido el inmortal perro Rasca, cuyos pensamientos incluso a veces eran ilustrados en las viñetas. Chupilco administra el estadio y Mentolatum las hacía de chofer, boletero, portero o lo que se le pidiera. Don Pepe es el dueño del tradicional café post partido, mientras el Cabo Matamala y su ayudante Manguera son los encargados de vigilar la seguridad de Villa Feliz. Lipiria es el vendedor de porquerías en el estadio. La Radio Cebolla transmitía los partidos con los relatos de Pancho Matraca, los comentarios de Tato Plumilla y la información de Zegatini. No podía faltar el clásico empresario-representante de jugadores, de dudosa procedencia, Che Bombacha. |