La Silverado es uno de los nombres que se disputan la cúspide de la oferta de camionetas en Chile y junto con la RAM (Dodge) y la F-150 (Ford) forman la casta superior de modelos de esta categoría, donde la habilidad para el trabajo se mezcla con la de brindar un alto nivel de comodidad y lujo.
En esta ocasión, se sometió a prueba la variante más “trabajadora” de la Silverado y que se destaca por anteponer el desempeño al lujo, sin dejar de lado este último.
Esto debido a que su arquitectura de cabina simple le permite ofrecer un mayor volumen de carga, con más de 1.700 litros admisibles en su caja posterior.
La versión de 2016 de la Chevrolet Silverado llega con una serie de mejoras en diseño y equipamiento a un par de años de su aparición.
Como parte de esta actualización, la Silverado presenta una renovación estética en la parrilla, los faros, parachoques y capó. Un conjunto de modificaciones pensado para reforzar su imagen de “poder y musculatura”.
Para ello también se definió una máscara vertical y muy grande, con cortes rectos y sobresalientes, lo que sumado a un sistema de iluminación LED le entrega una imagen a la moda y moderna.
En el interior no existen cambios en el diseño del panel frontal; sin embargo, el sistema de información y entretenimiento MyLink ahora integra la interfaz Apple CarPlay y se despliega en una pantalla táctil de 8 pulgadas.
Su uso es muy simple, pero una pantalla así de grande tiene el inconveniente de que su brillo se refleja en la ventanilla trasera del habitáculo en la noche, dificultando la visión hacia atrás.
El instrumental y los mandos son bastante intuitivos y tienen esa mezcla de elementos tradicionales análogos cromados y digitales multicolores que gustará a un grupo de consumidores más amplio.
El despliegue plano de su consola central, no orientado al conductor, permite que tanto el piloto como su acompañante puedan tener acceso a su sistema de configuración, desde la navegación hasta el control del clima, factor no menor cuando se está en una cabina tan ancha como la que tiene esta camioneta.
Esta configuración de carrocería ofrece una banca con capacidad para tres personas. Normalmente la plaza central es ocupada con una consola amplia para guardar objetos que no es más que el respaldo de dicho asiento cuando es requerido.
Si la persona que se sienta allí no es muy grande, no causa problemas al conductor. De lo contrario, la sensación de que se nos viene encima es inevitable.
Como se trata de la variante corta de la Silverado, la longitud total así como la distancia entre ejes son las menores de entre las que ofrece Chevrolet. Con un largo total de 5,22 metros, unos 60 cm más corta que la versión de doble cabina; y una distancia entre ejes de algo más de 3 metros (casi 27 cm menos que la doble cabina), las diferencias se hacen notar en la comodidad de marcha.
Mientras en la doble cabina, el rodaje es suave y acunado, en esta Silverado corta es claramente más rudo.
La suspensión delantera copia bastante bien las irregularidades, pero la trasera se nota más rebotadora e intensa. Esto se explica por la menor distancia entre ejes, ya que la oscilación de la parte trasera se transmite con facilidad a toda la camioneta.
No obstante, esta misma longitud “contenida” permite que esta Silverado aporte un extra de maniobrabilidad en las calles.
La anchura de 2 metros que tiene esta camioneta es un hecho inevitable, pero al menos cuenta con una cámara de retroceso que facilita las maniobras en lugares reducidos.
En el enorme vano motor se aloja un clásico V8 de 5,3 litros de 355 HP y 518 Nm de torque. No hay manera de que una maquinaria de esa magnitud sea económica. Incluso con el sistema de desconexión automática de 4 cilindros esta Silverado anda por los 7 km/l en promedio, así es que el único consuelo que queda es que sin dicho sistema los resultados serían todavía más dolorosos.
AUTOMATICA
355
CAMIONETA
$26.290.000
