Llega la primavera y con ella comienza a temporada de motos. Por eso es importante considerar uno de los elementos más importantes en la seguridad del piloto y su acompañante: el casco.
La Asociación Nacional de Importadores de Motos (ANIM) señala que “algunos usuarios no saben que sus propiedades caducan o no saben distinguir un casco homologado, tampoco reconocer las certificaciones básicas, y menos, escoger el modelo adecuado para el uso que le dará a su motocicleta: trabajo, deporte, traslados o carretera”.
Los expertos de la ANIM agregan que no se puede tomar a la ligera la elección de un casco efectivo y apropiado, pues ahorrar unos pesos “puede costarnos la vida”.
La Ley de Tránsito es clara en el tema de los cascos. Exige que se porte un casco certificado de acuerdo a normas de calidad internacional, por lo tanto, lo primero que un motociclista debe revisar antes de adquirir el suyo es que tenga dicha certificación. “Esta es la única forma de estar tranquilos, ya que es la garantía que nos entrega el fabricante, respecto de la seguridad de este equipamiento”, dicen los expertos de ANIM.
En Chile, la normativa vigente (Dec. 231/2000 del MTT) exige que el casco cuente con las siguientes certificaciones, de lo contrario Carabineros de Chile podría cursar una infracción.
1.- Standard N°218, Motorcycle Helmets, establecida por el Code of Federal Regulations de Estados Unidos. Normalmente se conoce por la inscripción DOT-DOT .
2.- JIS T 8133, que es la que rige en Japón y es una norma se basa en la Ley de Normalización Industrial.
3.- ECE/22.05. Es la nueva certificación de casco de moto más utilizado internacionalmente, requerido por más de 50 países en todo el mundo.
¿Dónde puedes identificar las certificaciones de tu casco?
Es muy sencillo, la certificación debes buscarla en la parte inferior trasera de la carcasa exterior del casco, mientras que en su parte interior deberías poder ver la etiqueta de certificación adosada a su acolchado. Algunos cascos traen la etiqueta adosada a una de sus correas.
Un casco con certificación debe contar en su interior con una etiqueta que indique el fabricante, fecha de elaboración, número de producto, talla e información acerca de su cuidado y limpieza. Además, debe indicar los materiales de los que está hecho.
En el caso de la certificación DOT, a partir de mayo de 2013, este símbolo debe estar centrado y horizontal en la etiqueta, tener un centímetro de alto, bajo el símbolo DOT debe decir “FMVSS N°218” y abajo debe leerse la palabra “certificado”, la marca debe estar centrada sobre el símbolo DOT, además en letras y números debe estar el modelo preciso del casco. El color de las letras de la etiqueta debe contrastar con el color de fondo.
En el caso de la certificación ECE22.05 el símbolo E debe estar encerrado en un círculo y acompañada por un número que indica el país que otorgó la certificación. Bajo este símbolo debe estar el número de producción. Además debe contener, dependiendo del modelo, las siguientes letras: J (si no cubre la barbilla), P (cubre y protege barbilla) y NP si cubre pero no protege la barbilla. La etiqueta interior debe ser fácil de leer, indeleble y resistente al desgaste.
¿Cómo escoger un casco?
Por supuesto, la finalidad de los cascos es maximizar la protección de la cabeza, pero una vez que se comprueba que cumplen con las normas internacionales de seguridad, conviene fijarse en otros aspectos.
1.- El modelo más seguro “por excelencia”, es el integral, ya que en caso de caída también protege la boca y la barbilla. Además, en invierno su capacidad de parar el viento frío es mayor que en otros modelos.
2.- Una característica importante es que tenga un interior desmontable, ya que de cuando en cuando habrá que lavarlo. Y por supuesto, si llevas lentes, cuando te lo pruebes, éstos deben entrar bien entre la cabeza y el casco.
3.- Los cascos off road, tipo cross o enduro, son solo aconsejables para ese uso. Tienen una visera que protege de parte de la suciedad que te puede saltar en el campo, pero no llevan pantalla, sino que están adaptados para que el piloto lleve antiparras. En ciudad o en carretera, además de ser más incómodos y fríos en invierno, tienen el problema de que la visera hará de deflector aerodinámico, lo que resulta verdaderamente incómodo. Por su parte, los de trial, diseñados para ser ligeros y permitir toda la visibilidad posible, son los que menos protegen: están pensados para muy baja velocidad en el campo y no para la ciudad.