En marzo de este año Citroën presentó la renovación de la segunda generación de sus monovolúmenes C4 Picasso y Grand C4 Picasso. Vehículo familiar por excelencia que debutó a nivel mundial en 2013 y que desde entonces acumula más de 300 mil unidades comercializadas en todo el orbe.
El protagonista de esta prueba es la versión de siete pasajeros, Grand C4 Picasso, que al igual que su gemelo para cinco ocupantes, estrena ligeros retoques estéticos que incluyen un nuevo frontal que le da un aspecto más dinámico. En este el doble chevrón de la marca se prolonga hasta los costados y rodea con un cromado las luces diurnas. Lo que le da una atractiva sensación de dinamismo. De la misma forma, los focos delanteros también han sido rediseñados, adquiriendo una forma más afilada.
En la parte baja, la atención se centra en la imponente rejilla de entrada de aire y en los neblineros situados en los costados.
De perfil, la principal novedad son las nuevas llantas de aleación de 17”, cuyo diseño de cinco brazos realzan el dinamismo del conjunto.
Finalmente, la zaga estrena un nuevo logro en negro brillante con un círculo cromado y grupos ópticos rediseñados con efecto 3D.
Citroën Advanced Comfort
Donde sí hay cambios importantes es en su habitáculo, el cual fue desarrollado en base al programa Citroën Advanced Comfort que persigue cuatro objetivos: mejorar el confort de manejo, facilitar la vida al interior de este, simplificar su uso y asegurar la tranquilidad del conductor mientras maneja.
De esta forma los ingenieros de Citroën sacaron el máximo provecho de los 4.597 mm de largo, 1.826 mm de ancho, 1.638 mm de alto y 2.840 mm de batalla del Grand C4 Picasso, para ofrecer un interior muy amplio, cómodo y luminoso. En este último punto resulta vital el aporte que brindan la gran superficie vidriada del vehículo y el enorme techo panorámico, los que mejoran de manera considerable la luminosidad interior y la sensación de amplitud.
También destaca la posibilidad de llevar hasta siete pasajeros, aunque la tercera corrida de asientos sólo está pensada para transportar niños o adultos de baja estatura, y que la segunda fila permite incorporar hasta tres sillas de niños.
Además, el monovolumen francés cuenta con diversos portaobjetos –muy útiles para guardar cosas en viajes largos- y un maletero cuya capacidad de carga asciende a 645 litros.
Ya sentados tras el volante nos encontramos con la primera sorpresa. Al subirse por primera vez cuesta encontrar la palanca de cambios y el botón del freno de mano, situadas en lugares poco habituales para estos tiempos (detrás del volante y en la consola central, respectivamente). Sin embargo, es un tema netamente de costumbre.
La posición de manejo en sí es elevada y ofrece un gran nivel de confort, además de una excelente visibilidad. La que también se ve favorecida por la inclusión de una efectiva cámara de retroceso.
Esto hace que pese a sus 4.5 metros de largo, sea fácil de moverla en espacios reducidos, ya que se tiene un completo control de sus dimensiones.
En general, la percepción de calidad del habitáculo es alta y se mejoró gracias a la utilización de buenos materiales y terminaciones muy prolijas.
Si nos ponemos a revisar el listado de equipamiento, también nos encontramos con que este es muy completo, ya que el Grand C4 Picasso incorpora una pantalla táctil de 7” –cuya interfaz nos pareció un poco lenta, pero que permite un uso muy intuitivo- sistema de acceso y arranque sin llave, aireadores en las plazas traseras, climatizador bizona, computador de a bordo, kit eléctrico completo, sensores de lluvia y luminosidad, además de un equipo de audio con Bluetooth, entrada auxiliar y puerto USB, entre otros.
En materia de seguridad tampoco se queda atrás e incluye seis airbags (frontales, laterales y de cortina); frenos ABS con repartidor electrónico de frenada (REF) y asistente de frenada de urgencia (AFU); controles de tracción (ASR) y estabilidad (ESP); y velocidad crucero con limitador de velocidad. Elementos que cobran especial relevancia al tratarse de un vehículo familiar.
Propulsión diésel
El Grand C4 Picasso se comercializa en versión única, equipada con un motor diésel BlueHDi de 1.560 cc, que eroga 120 hp a 3.500 rpm y 300 Nm de torque a 4.000 vueltas.
Este propulsor sin ser particularmente pujante, ofrece una entrega de potencia lineal, lo que redunda en un andar más placentero.
La transmisión, por su parte, es automática de seis velocidades, e incluye levas al volante para permitir una operación en modo manual. Sin embargo, incluso en esta modalidad el computador nunca se desconecta por completo pasando de marcha de manera automática cuando uno se acerca al corte, lo que le quita cierto control al conductor.
Según las cifras de homologación del 3CV, el Gran C4 Picasso tiene un consumo urbano de 17,8 km/l, sin embargo, durante nuestra prueba estuvimos muy lejos de esa cifra con 11,4 km/l. Aunque esta medición puede deberse a un error en el computador de a bordo de nuestra unidad de prueba.
Para detener a este monovolumen, los ingenieros de Citroën optaron por frenos de disco en ambos ejes (ventilados adelante), los que sumados al sistema ABS con REF y AFU, otorgan una buena capacidad de detención y permiten una fácil modulación a través del pedal.
La dirección, por su parte, tiene una asistencia variable y es bastante precisa, lo que transmite mucha confianza al volante. Situación que se repite con el desempeño de la suspensión, que además de absorber muy bien las imperfecciones del camino y brindar un andar muy placentero, mantiene la estabilidad y el aplomo cuando se le exige. Aunque claro, siempre teniendo en claro los límites que tiene un vehículo de estas características.
Así, el Grand C4 Picasso se perfila como una alternativa muy interesante para quienes buscan un vehículo familiar con tres corridas de asientos, moderno y bien equipado.
Aspecto | Nota |
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Apariencia | 7,5 |
Confort | 8,6 |
Economía | 6 |
Comportamiento | 6,7 |
Seguridad | 7,5 |
Promedio | 7,3 |