SANTIAGO.- Construir una réplica de un modelo de auto no es fácil y menos si se intenta hacerlo de hielo y que además funcione. No obstante, este “milagro del ingenio humano” se consiguió en la apartada región de Sibera, Rusia, donde un hombre se dio el trabajo de armar un Mercedes Benz Clase G casi totalmente de hielo. Lo más asombroso es que funciona sin mayores problemas gracias a que en esa zona del planeta la temperatura promedio anual es de -2,3° y puede llegar incluso por debajo de los -60° durante invierno.
El ingenioso constructor se llama Vlasdislac Barashenlo, quien aprovechó la estructura de un UAZ 469, vehículo todo terreno fabricado para el Ejército Rojo muy similar al Jeep estadounidense que se fabricó desde 1965 hasta 2001, para montar la estructura de hielo.
Del todo terreno solo utilizó los amortiguadores, motor, ruedas, dirección, sistema de frenos y diversos elementos del habitáculo, como los asientos. Con tan solo esos elementos, Barashenlo moldeó enormes piezas de hielo dándole la tradicional forma cuadrada del Clase G.
Como si eso fuera poco lo dotó de un entretenido sistema de iluminación LED para resaltar la silueta del singular vehículo.