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Santiago: Miércoles 11 de diciembre del 2024 | Actualizado 18:10
La historia cuenta que este fue el primer automóvil que la insipiente estrella de la música compró a comienzos de los años 50. Tiempo después el “Rey del Rock” reconocería que lo empujaba más que conducía debido a sus constantes problemas mecánicos.
Para nadie es desconocido que el artista del Rock and Roll era un fanático de los autos Cadillacs, de ahí que durante su corta pero agitada vida compró varios modelos. Uno de los primeros que adquirió fue este Cadillac Fleewood de 1955 que originalmente era de color azul pero que pidió pintar de rosa para regalárselo a su madre, quien nunca lo condujo. Desde 1982 se muestra en el museo de Graceland.
Aunque no lo crea este auto fue comprado de segunda mano para ser usado por el artista y algunos de sus músicos durante una gira en 1956. En noviembre de 2011 este auto fue subastado por la empresa Bonhams por 172 mil dólares, algo así como 117 millones de pesos chilenos en la actualidad. Junto con el auto venía el manual original del coche firmado por el mismo Elvis Presley en la contratapa.
Este singular auto alemán de tres ruedas y personalizado fue encargado por Elvis Presley en 1956. La historia cuenta que un año más tarde el artista se lo cambió a Bernard Lansky por dos horas y media de compras en la tienda de ropa del empresario (Lansky Brother) ubicada en Beale Street en la ciudad de Memphis.
Este lujoso auto perteneciente al “Rey del Rock” salió de la línea de producción de color blanco pero la leyenda relata que cierto día Elvis llegó hasta el concesionario de Cadillac de Houston con un racimo de uvas en la mano y dijo que ese era el color (morado-violeta) que quería para su nuevo auto. Este coche fue vendido por el cantante en diciembre de 1957 a Lena Moskovitz, quien nunca quiso venderlo y que falleció en 1974. Posteriormente el auto fue restaurado y expuesto en el museo Graceland.
Entre 1958 y 1960 el “Rey del Rock” interrumpió su carrera artística para prestar servicio en el Ejército de Estados Unidos siendo destinado a Alemania donde encargó un BMW 507 1958 nuevo para su uso. Mientras esperaba el coche de Bavaria, Elvis usó un “Escarabajo” usado que data de mediados de la década del 50. En 1967 se volvería a encontrar con este modelo pero como parte de la película “Doble Problema” (Double Trouble).
Los fanáticos de los autos y Elvis Presley deben saber que la estrella de la música compró este auto, tal como lo contamos en la imagen anterior, mientras servía al sur de Alemania. Era un roadster muy exclusivo ya que solo se construyeron tan solo 254 unidades entre 1956 y 1960. Además este coche tiene el plus de haber sido el mismo que se expuso en los salones de Frankfurt, Londres y Bélgica, además de haber corrido varias competencias de automovilismo bajo la conducción del piloto de BMW Hans Stuck. Cuando fue entregado al artista BMW le cambió el motor y la caja de cambios por un juego nuevo. Al regresar a EE.UU. Elvis lo hizo con su BMW 507 que salió de fábrica de color blanco pero que al tiempo debió pintar de rojo ya que sus fanáticas reconocían el coche y le dejaban encendidos mensajes con lápiz labial. Posteriormente este descapotable de BMW pasó por varias manos hasta quedar en una muy precaria condición hasta que fue rescatado por BMW Group Classic que lo devolvió a la gloria.
Elvis Presley también fue propietario de un Ford Thunderbird Cabrio del 62, un deportivo que se caracterizaba por tener una parte trasera muy refinada y elegante. Este modelo era la tercera generación de la saga tan famosa de la Ford Motor Company. Debajo de su capó escondía un enorme motor V8 y se le llamaba comúnmente Bullet Bird (pájaro bala), debido a su buenísima aerodinámica.
Imposible dejar fuera de esta lista a este italiano deportivo que protagonizó una de las tantas historias que giran en torno al “Rey”. Según se cuenta, la estrella del Rock and Roll compró en 1975 este coche para su novia, la actriz Linda Thompson. Durante una discusión con la prometida Elvis decidió salir en el deportivo pero este no arrancó debido a los continuos problemas que presentaron las primeras unidades. Indignado por la situación el cantante tomó su revolver y le disparó hasta cansarse. Según cuentan sus especificaciones este auto montaba un bloque Ford V8 de 5,8 litros, el mismo que se usó en el Mustang de esos años, que rendía 330 CV.
No podía faltar un “Cavallino Rampante” en la colección de autos de Elvis Presley. Según cuenta la historia este deportivo fue presentado en el Salón de París de 1974 e importado a Estados Unidos un año después. Tenía un bloque V8 de 3,0 litros que desarrollaba 255 CV de potencia. El “Rey del Rock” compró este auto de segunda mano. Dos años más tarde, adquirió un Cadillac Seville de color plata y burdeo. Probablemente, su última adquisición.
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