Los gobiernos de Francia y Alemania anunciaron esta jornada que una alianza entre el sector público y privado permitirá invertir en los próximos años entre 5 mil y 6 mil millones de euros en la instalación de plantas que se destinarán a la fabricación de baterías para vehículos eléctricos.
El anuncio fue hecho por los ministros de Economía de ambos países, Bruno Le Maire (Francia) y Peter Altmaier (Alemania), quienes estuvieron acompañados por el Comisario Europeo para la Energía, Maros Sefcovic.
"Para este proyecto se invertirán entre 5.000 a 6.000 millones de euros para construir las primeras líneas de producción", declaró Le Maire a la prensa en París.
Esta suma será compuesta de una subvención pública de "1.200 millones de euros", a la que la Comisión Europea ya dio su acuerdo de principio, y de unos "4.000 millones de euros de dinero privado", detalló el secretario de estado galo.
Al respecto, el ministro de Economía alemán aseguró que varias empresas europeas ya han manifestado su interés por unirse al futuro consorcio, entre ellas el grupo automovilístico PSA y su filial Opel, además del fabricante francés de baterías Saft, que pertenece al grupo Total.
"Otros Estados miembros" de la Unión Europea también han "expresado ya su deseo de unirse al proyecto", como Italia, Bélgica, Polonia, Austria, Finlandia, aseguró por su parte el ministro francés.
La fabricación de baterías y sus componentes claves, las células, ha sido calificada como un asunto estratégico y fundamental en el camino de electrificación que ha tomado la industria automotriz mundial y hasta ahora es un mercado dominado ampliamente por grupos asiáticos.