Un nuevo elemento de fricciones entre Nissan y Renault surgió este lunes tras conocerse que el grupo francés podría detener una importante decisión corporativa, hecho que no pocos interpretan como una señal más de las tensiones que sufre la alianza que une a los dos fabricantes de vehículos.
Con unos términos poco habituales para la firma nipona, la dirección de Nissan Motor calificó hoy como "muy lamentable" la decisión de Renault de abstenerse en una votación en la que se ratificará una importante reforma corporativa de la empresa japonesa.
Nissan llevaba meses trabajando en esa reforma, tras el cese como presidente de Carlos Ghosn a raíz de su detención por supuestas irregularidades financieras, y buscaba generar un modelo corporativo con contrapesos que asegurara una "robusta" dirección de la firma.
El nuevo esquema fue recomendado por una comisión independiente que recibió el encargo de revisar a fondo las estructuras de poder, en medio de quejas de los directivos nipones sobre la concentración de poder que tenía Ghosn cuando estaba al frente de Nissan Motor.
El modelo sugerido propone crear tres comisiones que supervisen los nombramientos corporativos, las compensaciones de sus directivos y las auditorías internas, para evitar cierto descontrol interno que fue atribuido a la gestión de Ghosn.
La propuesta fue llevada al consejo de administración de Nissan y allí fue aprobada por todos los representantes, incluyendo a los de Renault, que es el accionista mayor del grupo nipón, con el 43,4 % del capital.
Sin embargo, la dirección de Nissan confirmó hoy que había recibido una carta de Renault en la que el grupo galo informa que se abstendrá de votar esta reforma durante la asamblea general de accionistas que se realizará el 25 de junio próximo.
Al no contar con ese 43,4 % de apoyo accionario, la reforma no podrá recibir los dos tercios de los votos que necesita para ser aprobada.
En un comunicado difundido por Nissan, su presidente y CEO, Hiroto Saikawa, recuerda que "todos" los consejeros, incluidos los representantes de Renault, habían aprobado estas reforma corporativa antes que se convocara su votación.
"Nissan considera que la nueva postura de Renault en este asunto es muy lamentable, ya que va en contra de los esfuerzos de la compañía por mejorar su gobierno corporativo", agrega en la nota.
Aun así, Nissan se compromete a seguir "los máximos esfuerzos para comunicar la necesidad de estos cambios de fortalecimiento" en cuanto a la gobernanza de la empresa.
La relación entre Nissan y Renault escribe así un nuevo capítulo de fricciones, las que se hicieron evidentes luego que comenzarán las negociaciones entre el grupo galo y Fiat-Chrysler para llegar a un acuerdo de fusión igualitario, alianza que, según versiones extraoficiales, se enteró la firma nipona en el último minuto.
De hecho, en su momento Nissan advirtió, cuando se conoció la oferta de Fiat Chrysler Automotives (FCA), que la propuesta "alteraría significativamente la estructura" de Renault y, según Saikawa, "requeriría una revisión fundamental de la relación existente entre Nissan y Renault".La fusión entre FCA y Renault no cuajó y la oferta que había hecho Fiat fue retirada después que el Estado francés pidiera más tiempo para analizar el tema y salvar las iniciales reticencias de la firma nipona.