El verano en el hemisferio norte está golpeando con fuerza a los europeos que desde 2003 no tenían que enfrentar una “ola de calor africano” tan implacable como la de los últimos días, hecho que ha generado la preocupación de las autoridades.
En Alemania, por ejemplo, el gobierno resolvió imponer límites de velocidad temporales en algunos tramos de una transitada autopista como precaución contra los daños que podría generar el calor extremo, especialmente en el asfalto.
La disposición se extenderá por alguna semanas, mientras los especialistas advirtieron que las temperaturas podrían superar los 40 grados Celsius en algunas partes del continente en los próximos días.
El Ministerio de Transporte del estado de Sajonia-Anhalt, en el este de Alemania, limitó el miércoles entre 100 y 120 kilómetros por hora la velocidad en varios tramos cortos de una autopista hasta nuevo aviso.
Esos tramos no tienen habitualmente límites de velocidad, pero las autoridades temen que el calor provoque grietas que pueden resultar potencialmente peligrosas para los conductores.
Además se buscan evitar desperfectos en los vehículos como resultado de esta situación climática, ya que las altas temperaturas pueden generar problemas de sobrecalentamiento en los neumáticos o en el motor.
“A nivel mecánico para ganar velocidad se necesita potencia y cuanta mayor sea la velocidad, la demanda de potencia aumenta exponencialmente. Cuanta más potencia se genera, también se genera más calor y si a eso le añadimos una temperatura ambiental mucho más elevada de lo normal el riesgo de avería también se dispara. Lo mismo ocurre con los neumáticos y el calor que se genera derivado del rozamiento a medida que incrementamos la velocidad de giro sobre el asfalto”, explican especialistas del sitio motorpasion.com.
La profesora Hannah Cloke, de la Universidad de Reading, especialista en peligros naturales, dijo que el calor y la acumulación de humedad constituyen una “combinación fatal en potencia”.
“Los niños, los ancianos y las personas con problemas de salud subyacentes están en riesgo“, dijo la especialista, quien también advirtió los efectos que estas altas temperaturas pueden causar en los conductores.
En Francia, en tanto, se cancelaron clases en algunas escuelas luego que se pronosticaran temperaturas de hasta 39 grados Celsius en buena parte del país, desde los Pirineos en el suroeste hasta la frontera alemana en el noreste.
Semejantes temperaturas son poco habituales en Francia, donde la mayoría de las viviendas y muchos edificios no tienen aire acondicionado.
De hecho, las autoridades de la ciudad de París establecieron una suerte de restricción vehicular para los coches más antiguos, ya que las altas temperaturas también agravan la contaminación ambiental.