Un hermoso Ferrari 360 Spider, valorado en alrededor de 95 millones de pesos chilenos, fue literalmente aplastado la tarde de ayer por un bulldozer que en cosa de minutos dejó el deportivo italiano reducido a chatarra.
El “crimen automotriz” ocurrió en la ciudad de Manila, capital de Filipinas, luego que las autoridades determinaran que el coche de la casa de Maranello fue ingresado ilegalmente a ese territorio.
La Ferrari 360 fue presentada en 1999 y destacó por ofrecer más docilidad al manejo y confort a sus ocupantes. Venía con un motor V8 de 400 caballos de fuerza, con el que la versión Spider podía alcanzar los 290 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos.
El automóvil habría sido "declarado erróneamente como autopartes" y la autoridad decidió destruirlo como una “advertencia a los contrabandistas”.
Así lo señala el periódico The Philippine Star, medio que informó que el coche del Cavallino Rampante había sido internado en mayo a territorio filipino luego que el interesado pagara unos 137 mil dólares (alrededor de 95 millones de pesos chilenos).
En tanto, el periódico Gulf News Asia aclaró que cuando el deportivo fue ingresado al país en mayo, se omitieron algunos de sus datos y se extrajo un número importante de piezas con el objetivo de evitar los impuestos asociados con la importación de automóviles.
"El vehículo fue declarado erróneamente como autopartes, para evitar el pago de los impuestos correctos", dijo el martes el comisionado de aduanas, Rey Leonardo Guerrero.
La importación de automóviles usados hacia Filipinas está altamente regulada y altamente gravada, en parte, para ayudar a impulsar la industria automotriz local.
Ya en 2018, las autoridades filipinas destruyeron alrededor de 68 autos de alta gama y costosas motocicletas valorados en alrededor de 5,5 millones de dólares.