No son pocos los conductores que tienen la costumbre de descansar la mano en la palanca de cambios cuando el vehículo se encuentra en marcha. El problema con este hábito es que al cargar la palanca de cambios el mecanismo sincronizador es activado permitiendo el desgaste prematuro de los componentes internos (también llamados anillos sincronizadores), los cuales al fallar puede producir ruido, endurecimiento en el cambio de marchas e incluso no permitir el cambio de velocidad.
Quizás algunos conductores no lo saben, pero la mayoría de los automóviles trae un “descanso” para el pie al lado izquierdo del pedal de embrague. Esto existe justamente para que el usuario no descanse su pie en el embrague, ya que también puede generar desperfectos con el paso del tiempo. Cabe recordar, por muy básico que parezca, que el embrague es solo un elemento para poder cambiar de marcha.
Usar el embrague para frenar es un acto común y se utiliza bastante cuando se enfrenta un camino descendente. Si el conductor tiende a realizar esta acción de manera recurrente se podría llegar a dañar el embrague y también el tren motriz por desgaste. Es por ello que ante situaciones de circular por una subida o un camino muy empinado, lo recomendable es que se use el freno de mano y así el automóvil no se irá hacia atrás y se podrá dar arranque sin problemas.
Mantener la primera marcha puesta mientras el vehículo está detenido, por ejemplo en un semáforo, hace que las piezas del embrague se desgasten en menos tiempo, de ahí que la recomendación es solo usar el embrague para cambiar de marcha.
2000Rango de años 2020