Muy pronto todos los vehículos nuevos que se comercialicen en Europa deberán estar equipados con alcoholímetros que controlarán el encendido del motor a fin de evitar que conductores ebrios se pongan frente al volante. Además, los coches deberán incluir un limitador automático de velocidad que operará dependiendo de la señalización que exista en cada ruta o carretera.
Así lo informó en su edición de hoy el diario británico The Sun, el que explica que si bien la norma fue aprobada en marzo pasado por el Parlamento Europeo recién fue promulgada hace unos días.
Las nuevas medidas de seguridad vial establecen que todos los autos nuevos que se comercialicen en 2022 deberán incluir de fábrica estos dispositivos, mientras que los coches anteriores a esa fecha tendrán plazo hasta 2024 para equiparlos.
En cuanto al límite automático de velocidad, se explicó que esta se logra gracias a los limitadores de asistencia inteligente de velocidad (ISA) que permiten reducir la marcha del vehículo en caso que el conductor exceda lo permitido en cada ruta.
Usando los datos del GPS y los límites locales de las cámaras de tráfico, la velocidad del automóvil se puede reducir automáticamente si el conductor va demasiado rápido, dice la publicación.
En caso de emergencia, añade el texto, se puede anular esta restricción presionando con fuerza el acelerador.
En tanto, otros sistemas de seguridad como los frenos de emergencia autónomos, la asistencia de mantenimiento de carril, la detección de fatiga del conductor y las cámaras de marcha atrás también serán obligatorios como parte de los cambios.
Timo Harakka, miembro del Consejo Europeo, dijo que "estas nuevas reglas nos ayudarán a reducir significativamente el número de muertes y lesiones graves" por accidente de tránsito.
Por su parte, Neil Greig, director de políticas e investigación de IAM RoadSmart (organización benéfica de seguridad vial) dijo que la institución que preside apoyó estas disposiciones aprobadas a inicio de año, “así que es genial ver que realmente sucederán”.
