El mundo aún ve con asombro el boom de la llegada masiva de los autos de carga y el gran esfuerzo que está haciendo la industria automotriz por imponer este tipo de vehículos antes del 2035. Pero mientras la infraestructura eléctrica se pone al día, algunos países han optado por promover medidas sustentables entorno a la movilidad de sus ciudadanos.
Este es el caso de Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Reino Unido y Países Bajos, los gobiernos de estos países tienen como método para cuidar el medio ambiente, incentivar el uso de la e-bikes con pagos entre los 25 y 30 centavos de euro por kilómetro recorrido. Estos montos son pagados a los ciclistas al final de cada mes, semana o año, como un pago de dinero libre de impuestos en sus haberes.
Los especialistas aseguran que la sustitución del 10% de los autos por bicicletas eléctricas, reducen el flujo del tránsito un 40%. Pero hay otra ventaja en la que todos están de acuerdo. Si cada auto que se mueve con un solo ocupante por una ciudad es reemplazado por una bicicleta eléctrica, esa acción generará menores emisiones contaminantes para el medio ambiente, y este es un beneficio global, que interesa a todos por igual.
En algunas ciudades, también se incentiva la compra de las e-bikes con bonos que alcanzan los 300 euros, además también se brindan incentivos como descuentos para comprar protecciones o accesorios para las bicicletas.
En tanto, la industria automotriz y los fabricantes concuerdan que el uso de las bicicletas eléctricas han llegado a posicionarse como un competidor. Los reclamos a los gobiernos se enfocan en que se debería hacer una inversión y un mayor esfuerzo por dotar de infraestructura eléctrica a sus ciudadanos, para que el traspaso a esta tecnología a futuro sea menos compleja.
Mientras tanto, el uso de las e-bikes sigue tomando fuerza en Europa. Este tipo de vehículos eléctricos tiene un doble beneficio adicional, uno para los usuarios y otros para las ciudades. Los ciclistas que decidan ir a trabajar usando este medio de transporte, mejoran su estado físico, porque hacen ejercicio liviano, que no deben hacer un gran esfuerzo y, sin embargo, están contribuyendo con su salud. Las ciudades, por su lado, ven un claro modo de aliviar el tránsito y reducir las congestiones, además de tener menos autos en sus calles.