El fabricante estadounidense de vehículos eléctricos Tesla decidió cerrar sus oficinas en San Mateo, estado de California, decisión que implica recortar cerca de 200 puestos de trabajo de su actual plantilla.
Si bien Tesla aún no responde a los requerimientos de la prensa, medios locales indican que gran parte de los empleados desvinculados se desempeñaban en el análisis de datos provenientes del sistema de asistencia a la conducción denominado Autopilot.
La mayoría, añade un reporte de Bloomberg, eran empleados pagados por hora. Otro informe, esta vez de TechCrunch, precisa que solo 81 miembros del equipo de San Mateo conservarán sus empleos, pero serán trasladados hasta las instalaciones de Buffalo, en Nueva York (en el este estadounidense).
La semana pasada el CEO de Tesla, Elon Musk, había indicado durante una cumbre económica realizada en Catar que habían resuelto reducir en un 10% los puestos de trabajo de la compañía contratados a tiempo completo, recorte que se iba a implementar en los siguientes tres meses.
No obstante, en esa oportunidad el magnate aseguró que las plazas laborales pagadas por hora deberían aumentar.
A finales del año pasado el fabricante de automóviles eléctricos tenía una plantilla global de casi 100 mil trabajadores, cifra que pretende reducir como parte de los ajustes que la empresa necesita hacer para hacer frente a los actuales y futuros desafíos de la industria.