La startup suiza Urb-X, elaboró un ambicioso proyecto que consiste en la instalación de carriles en elevación, para favorecer el uso de bicicletas en las ciudades y ayudar a descongestionar el tráfico, junto con disminuir las emisiones de los vehículos de combustión. El modelo podría comenzar sus pruebas en la región de Stuttgart en Alemania.
La idea fue bautizada como “Bike Higways” o “Autopistas para bicicletas”, consiste en crear carriles de bicicletas modulares, que irán montados sobre pilares de acero y separados por pisos de las rutas para autos, esto con el fin de evitar complicados en cruces y pasos.
Este concepto no es nuevo, dado que en los Países Bajos ya se implementa un sistema similar, donde los carriles para bicicletas son construidos sobre pilares que atraviesan carreteras y diversas superficies de agua, como canales. La diferencia con el sistema propuesto por la startup, es que la construcción sería capaz de proporcionar energía renovable con su uso.
Según URB-X sus autopistas para bicicletas “son un sistema de construcción modular” formado por una base de dos metros de ancho, 20 de largo y más de 5.000 kg de peso, sobre la cual se posicionan “los carriles, los topes y todo lo demás”. La base y los módulos serán fabricados con madera reciclada y de origen local.
Basados en sus propias experiencias como ciclistas, los miembros de la startup idearon que cada tramo de esta autopista tenga dos carriles por sentido, y la capacidad de soportar hasta 4.000 bicicletas cada hora. Asimismo, las barandas de seguridad llevarán placas solares integradas en sus vidrios laminados y faroles con sensores de movimiento que se encienden solo cuando es necesario.
Además, estos carriles estarán equipados con elementos de calefacción, para mantener las pistas libres de hielo y nieve en invierno. Mientras que los tramos más largos contarán con un sistema de gestión del tráfico mediante pequeños semáforos, que pueden avisar a los ciclistas de posibles accidentes o indicar cambios en los carriles y cierres.
Bálint Csontos, uno de los líderes del proyecto, mencionó que se instalará un techo verde que protegerá a los ciclistas de la luz solar directa y de la lluvia. La start-up ha estimado que cada kilómetro de estas vías costará aproximadamente $2.500.000 de euros, sin sumar los gastos en la construcción de la base y los diferentes sistemas de acceso y salida.
En términos de energía, la startup detalló en su sitio web que “dependiendo de su orientación, una vía de Urb-X produce hasta 300 MWh de electricidad al año, mediante módulos fotovoltaicos integrados en las barandas”. En ese sentido, la compañía apuntó que se necesitan unos 40 MWh al año para calefacción, iluminación, señalización y tecnología de control. Así, “la vía produce entre cinco y ocho veces más electricidad de la que consume”.
Actualmente, ya se están llevando a cabo pruebas con estas vías en un pequeño tramo de 200 metros ubicado en Basilea, y, si todo marcha como se espera, uno de los primeros carriles URB-X se va a construir en la región de Stuttgart, al suroeste de Alemania.