El Salón del Automóvil de Múnich (IAA) cerró sus puertas con un positivo balance de expositores y visitantes, quienes pudieron ver no solo las nuevas propuestas eléctricas de algunas de las marcas más conocidas de la industria, sino también llamativos desarrollos de fabricantes chinos que buscan ganar un espacio en el competitivo mercado de los vehículos cero emisiones.
Destaca, por ejemplo, un vehículo que puede proyectar una película en formato cine y otro que usa inteligencia artificial para reconocer a su conductor y adaptarse a sus necesidades.
El primero de ellos pertenece a la marca china HiPhi, desarrolladores de un automóvil que puede usar las luces delanteras para proyectar una película en una pared o símbolos en la carretera.
El ejemplar también puede mostrar “emoticones” en unas pantallas ubicadas bajo sus faros y que son usadas para comunicarse con los demás usuarios de las vías como peatones u otros vehículos y avisar, por ejemplo, que las personas pueden cruzar la calle.
Este sistema cuenta incluso con un "asistente" o brazo robótico que mueve la pantalla hacia la persona a la que se dirige la señal.
Si bien este tipo de innovaciones pueden parecer superfluas y muchas veces innecesarias, analistas en movilidad dijeron que en un futuro cercano estos gadgets pueden tener un valor práctico.
Andreas Nienhaus, de la consultoría Oliver Wyman, afirmó que los autos eléctricos y autónomos normalmente son silenciosos y "necesitan pantallas para hablar con los peatones".
Otro fabricante chino, de nombre Leapmotor, presentó en Múnich un asistente virtual que puede identificar al usuario del vehículo con tecnología de reconocimiento facial. Esto le permite conocer sus hábitos para, por ejemplo, ajustar la posición del asiento y las luces.
Los fabricantes chinos entraron con fuerza en esta feria bienal europea. Sin ir más lejos, el 41% de los expositores en Múnich tiene su sede en el gigante asiático.
BYD, el fabricante de vehículos eléctricos líder en China, colocó su stand frente al del gigante europeo Volkswagen y su tamaño era solo un poco inferior, algo que fue interpretado como una clara señal de sus intenciones.
El grupo chino proyecta alcanzar una cuota del 4 al 6 por ciento del mercado alemán en unos años, dijo el directivo de la marca Michael Shu en una entrevista con el diario financiero Handelsblatt.
"Los (autos) chinos están obviamente mejor de precio que los Volkswagen y creo que la calidad es muy buena", dijo a la prensa Dietmar Kepiro, un visitante alemán, después de mirar algunos de los modelos expuestos.
Adiós motores de combustión
Otro hecho que marcó el Salón del Automóvil de Múnich esta edición fue que en los mostradores de BMW, Volkswagen o Renault no hubo ningún vehículo que use combustibles fósiles. Solamente Mercedes-Benz exhibió algunos ejemplares híbridos.
Esto demuestra, indica el reporte de AFP, que los fabricantes europeos aceleran su marcha a la transición verde, aunque los modelos eléctricos sólo representan a la fecha una diminuta fracción de las ventas en el continente.
Entre las grandes marcas europeas, solamente el fabricante de deportivos de lujo Porsche exhibió un modelo de gasolina y lo tenía escondido en la segunda línea de su stand.
