Una agencia federal antidiscriminación de Estados Unidos presentó una demanda contra Tesla, la compañía automotriz de Elon Musk, por permitir un racismo "generalizado" en su ya investigada planta de Silicon Valley y de tomar represalias contra los trabajadores afroamericanos que se opusieron a esos abusos.
Los obreros de la fábrica de Tesla en Fremont, California, soportaron de forma rutinaria estereotipos, insultos raciales y hostilidad desde al menos 2015, según la demanda presentada en un tribunal federal por la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo.
Tesla "sometió a empleados negros en sus instalaciones de montaje en Fremont, California, (...) a acoso racial severo o generalizado y creó y mantuvo un ambiente de trabajo hostil debido a su raza", dice el documento judicial.
"La mala conducta racial fue frecuente, continua, inapropiada, inoportuna y se produjo en todos los turnos, departamentos y puestos", completó la comisión.
Tesla, reconocida por sus autos eléctricos, no respondió a una solicitud de comentarios.
Grafitis racistas que han sido vistos en la planta incluían esvásticas, horcas y amenazas, de acuerdo con la demanda. Algunas de las pintadas aparecían en los vehículos que salían de la cadena de producción.
La comisión dijo que los trabajadores negros de la instalación soportaban habitualmente insultos racistas.
"Los insultos se utilizaban de forma casual y abierta en zonas de mucho tráfico y en los centros de trabajo", según la agencia federal.
La demanda añade que los supervisores y directivos de Tesla presenciaron los abusos raciales pero no intervinieron y Tesla no tomó medidas para hacer frente a esa conducta.
Los trabajadores de Tesla que se quejaron de trato racista fueron cambiados a tareas o turnos no deseados, sancionados injustamente o incluso despedidos, continúa.
La demanda solicita una indemnización por daños y perjuicios no especificada, así como una compensación para los trabajadores perjudicados y una orden para que Tesla ponga freno al racismo en la fábrica.
La planta de Fremont ya había sido investigada el año pasado cuando California demandó al fabricante de autos eléctricos alegando discriminación y acoso contra trabajadores afroamericanos, oportunidad donde la fábrica fue calificada como un "lugar de trabajo racialmente segregado".