Los fanáticos de la saga de Rápidos y Furiosos tendrán la oportunidad de llevarse a su casa un llamativo muscle car que apareció en la segunda entrega de la franquicia estrenada hace ya 20 años, ya que la conocida casa de subastas Mecum anunció la venta de un Ford Mustang GT 2002 que fue modificado con piezas del preparador Saleen y que protagonizó una de las escenas más recordadas del citado filme.
“2 Fast 2 Furious” -”Más rápidos, más furiosos” para América Latina- se lanzó en 2003 y a la fecha es una de las entregas más populares de las saga gracias, en gran medida, a los autos seleccionados para dar vida a las escenas de acción.
De hecho, no fueron pocos los modelos tuneados que compartieron pantalla con Paul Walker, Tyrese Gibson y Eva Mendes durante el desarrollo de la historia y donde uno de los más recordados es el famoso Nissan Skyline GT-R R34 de Brian O’Conner.
Además de este auto están otros ejemplares que quedaron en la retina de los fanáticos como el Ford Mustang GT de 2002 que fue modificado por Saleen y que terminó destruido en la icónica carrera que se da por una autopista de Miami para ganarse la confianza del peligroso narcotraficante Carter Verone interpretado por Cole Hauser.
En la secuencia, Brian y Roman conducen un Mitsubishi Lancer EVO VII y un Mitsubishi Eclipse, respectivamente. Por su parte, los demás conductores se ponen al volante de un Dodge Viper, un Chevrolet Corvette C5, un Chevrolet Camaro Yenko, un Dodge Challenger de 1970 y un Ford Mustang GT de 2002 con kit Saleen.
Este último acaba aplastado por el remolque de un tráiler cuando su conductor intenta pasar entre dos enormes camiones en plena autopista.
Para realizar la escena el muscle car fue realmente destrozado, tras lo cual fue guardado y sometido por años a una exhaustiva reparación a fin de dejarlo tal como estaba antes de la grabación.
Mecum indica que se trata del auto original de la cinta "2 Fast 2 Furious" y que existen documentos que avalan su procedencia.
Los papeles indican que este Ford Mustang GT de 2002 fue el vehículo número 88 de los aproximadamente 120 ejemplares que utilizó Universal Studios en la producción de esta película.
Tras ser destruido, el auto fue reparado por el especialista Mason 's Hotrods and Hobbies, en Spartanburg, Carolina del Sur (Estados Unidos) y quedó en perfecto estado con solo 940 kilómetros recorridos según su indicador.
Debajo de su capó mantiene un motor V8 de 4.6 litros acoplado a una transmisión automática. En principio, esta mecánica no está modificada, pero el ejemplar de la cinta incorporó el kit de carrocería de Saleen, lo que incluye los frenos del preparador, el escape central, el cuadro de instrumentos, los asientos firmados por Recaro y la suspensión del Saleen S281.
El color de su carrocería es el "Liz-Stick Red" y todas las modificaciones, incluida esta pintura, se realizaron expresamente para el rodaje de la película.
La subasta de este muscle cars comenzó ayer martes y se extenderá hasta el 14 de enero. Al final del plazo se espera que esta unidad alcance un precio que rondará entre los 60.000 y 90.000 dólares, valor que supera por mucho al precio normal de mercado.