El McLaren F1 es ampliamente considerado uno de los mejores deportivos de gasolina de todos los tiempos. Este icónico automóvil de los años 90, diseñado por Gordon Murray en una servilleta de papel en el aeropuerto de Milán, marcó un punto de inflexión en la historia automotriz, especialmente tras su victoria en las 24 Horas de Le Mans en 1995.
Lo que hace aún más interesante a este vehículo es que uno de sus propietarios es Elon Musk, el fundador de Tesla, la compañía que ha revolucionado la industria automotriz con sus vehículos eléctricos.
Según publica AutoBild.es, en 1999, un joven Musk adquirió una de las 106 unidades del McLaren F1. Para prueba de ello, se encontró un video de la época que muestra el momento en que el millonario recibe su impresionante unidad plateada, mucho antes de convertirse en la figura pública que es hoy.
El McLaren F1, que en 1998 alcanzó una velocidad máxima de 391 km/h con una versión potenciada, sigue siendo el automóvil con motor atmosférico más rápido del mundo.
Este superdeportivo monta un bloque S70 de BMW, de 12 cilindros en V y 6.0 litros, parcialmente cubierto con una capa de oro de 24 quilates para disipar el calor, que genera una potencia de 627 CV. Esto le permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 356 km/h.
La ausencia de ayudas electrónicas en el McLaren F1, como ABS, control de tracción, dirección asistida o servofreno, refleja la visión de Murray de que “un superdeportivo debe dar miedo”.
Esta filosofía contrasta con la misión de Tesla de hacer que la conducción sea más segura y eficiente a través de la tecnología avanzada y la automatización, algo que podría haber sido motivado precisamente por la experiencia de Musk con el espíritu salvaje del F1.