La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) propuso nuevas regulaciones que implican limitar el diseño de los vehículos de grandes dimensiones, con el objetivo de reducir las lesiones graves y muertes de peatones en accidentes de tránsito. La iniciativa surge en respuesta al aumento de las víctimas fatales registradas los últimos años en ese país, marcando en 2022 el número más alto desde 1981, con 7.522 fallecimientos.
La propuesta del organismo regulador exige que camionetas y SUV grandes, que actualmente no cumplen con los estándares internacionales de protección de peatones, sean modificados para reducir los riesgos de lesiones fatales, especialmente en impactos de cabeza contra el capó.
La norma en discusión dispone que los vehículos deberán pasar una prueba que simula un impacto a velocidades de hasta 40 km/h, registro en el que ocurre el 70% de las lesiones de peatones.
De acuerdo con la NHTSA, esta regulación podría evitar 67 muertes anuales y si bien muchos modelos en EE.UU. ya cuentan con diseños de protección debido a la adopción de normativas internacionales, la nueva regulación garantizará que vehículos exclusivamente estadounidenses también cumplan con estos estándares.
La medida también forma parte de un esfuerzo más amplio por aumentar la seguridad en las carreteras, que incluye la implementación obligatoria de sistemas de frenado automático de emergencia para 2029.