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Tensión en el sector automotriz: La UE toma medidas ante aranceles chinos a autos eléctricos

Los países de la UE deberán votar antes del fin de octubre sobre la propuesta de la CE de imponer aranceles adicionales de hasta el 36,3 % a las importaciones de autos eléctricos chinos.

16 de Septiembre de 2024 | 11:08 | EFE
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La Comisión Europea (CE) y China abordarán los aranceles que el bloque comunitario quiere imponer a las importaciones de vehículos eléctricos chinos por considerar que están ilegalmente subsidiados, en un momento en que la competitividad de la industria automovilística de la UE afronta dificultades.

El vicepresidente ejecutivo de la CE y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, recibirá al ministro chino de Comercio, Wang Wentao, para tratar este asunto, así como otras cuestiones comerciales y económicas.

Este encuentro de alto nivel se suma a los contactos técnicos que están manteniendo las dos partes para intentar llegar a una solución después de que una investigación antisubsidios llevada a cabo por la CE indicara que los coches eléctricos chinos compiten de manera desleal en el mercado comunitario.

Los países de la UE deberán votar antes del fin de octubre sobre la propuesta de la CE de imponer aranceles adicionales de hasta el 36,3 % a las importaciones de autos eléctricos chinos.

La Cámara de Comercio de China ante la UE señaló que la investigación europea “ha distorsionado la igualdad de condiciones para las empresas chinas que operan en la UE”, y alertó de que “socava significativamente tanto el entorno empresarial de la UE como los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático”.

Falta de planificación


La cuestión de los aranceles a los vehículos chinos llega en un momento en que la industria europea del automóvil acusa sus problemas de competitividad con amenazas cada vez más patentes a la producción de modelos eléctricos.

El fabricante de vehículos Stellantis anunció la suspensión por casi un mes de la producción de su eléctrico Fiat 500 por escasa demanda, mientras que el grupo automovilístico alemán Volkswagen valora, por primera vez, el cierre de al menos un centro de producción en Alemania.

A principios de julio, Audi comunicó igualmente una reestructuración de su planta en Bruselas para poner el fin a la producción del auto eléctrico Q8 e-tron, el único modelo que se fabrica en las instalaciones, una decisión que supondría el despido de unos 1.500 empleados en una primera fase.

En opinión del expresidente del Banco Central Europeo (BCE) y antiguo primer ministro italiano, Mario Draghi, el sector de la automoción “es un ejemplo clave de la falta de planificación de la UE, que aplica una política climática sin una política industrial”.

Pese a considerar a la UE como un “líder mundial en tecnologías limpias”, Draghi dijo esta semana en su esperado informe sobre el futuro de la competitividad europea que “no está garantizado que Europa aproveche esta oportunidad”.

Por una parte, reconoció que “depender cada vez más de China puede ser la vía más barata y eficaz para cumplir los objetivos de descarbonización”, pero por otra, alertó de que “la competencia estatal china también representa una amenaza para nuestras productivas industrias de tecnología limpia y automoción”.

Pese a decir que el ambicioso objetivo de cero emisiones para 2035 "conducirá de facto a la eliminación progresiva de las matriculaciones con motor de combustión interna y la rápida penetración en el mercado de los vehículos eléctricos”, Draghi consideró que “la UE no ha seguido estas ambiciones con un impulso sincronizado para convertir la cadena de suministro”.

Llamó la atención en concreto sobre que la CE no impulsó una alianza para crear una cadena de valor de baterías en Europa hasta 2017, y que la UE en su conjunto está “muy retrasada en la instalación de infraestructura de carga”, mientras que China se ha centrado desde 2012 en la cadena completa de suministro del vehículo eléctrico y ahora está una generación por delante en esta tecnología.

La cuota de mercado de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos en Europa pasó del 5 % en 2015 a casi el 15 % en 2023, mientras que la cuota de los fabricantes europeos cayó del 80 % al 60 %.

Tormenta perfecta


La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) explicó a EFE que el sector afronta una “tormenta perfecta” de feroz competencia mundial, aumento de los costes de la actividad empresarial, una espiral inflacionista, un proteccionismo creciente y un panorama geopolítico cambiante.

“Estamos invirtiendo miles de millones en soluciones para hacer frente a retos sociales compartidos como la descarbonización, pero debemos volver a situar la competitividad en el centro de las políticas de la UE”, señaló la directora general de ACEA, Sigrid de Vries.

A su juicio, la UE y sus Estados miembros deben “pisar el acelerador y dar una respuesta sólida y coherente” al informe del italiano, apoyando proyectos europeos comunes en las áreas más innovadoras, con mención específica a los vehículos eléctricos europeos pequeños y asequibles.
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