Fotos de Alice Liddell y sus hermanas figura en la muestra sobre "Alicia en el país de las maravillas".
APNUEVA YORK.- Con motivo del 150 aniversario de uno de los cuentos más sugerentes de la historia de la literatura, "Alicia en el país de las maravillas", la Morgan Library de Nueva York reunió el manuscrito original y los diarios de Lewis Carroll, entre otras cosas, para reproducir el "parto" de la obra.
Todo empezó una tarde de verano en 1864, cuando Lewis Carroll y otro profesor de Oxford, Robinson Duckworth, se llevaron a Alice Liddell y a sus dos hermanas de pícnic.
"Las niñas pidieron que contara una historia. Él recordó años más tarde que, sin saber muy bien cómo, envió a su heroína a la madriguera del conejo y allí nació el país de las maravillas, en esa larga tarde", aseguró Carolyn Vega, comisaria de esta exposición que se inaugura hoy y que durará hasta el 11 de octubre.
"Ellas pedían que contara el cuento una y otra vez. Y se convirtió en una popular adición en la tradición de cuentos para esa familia", añade, para luego destacar que Alice pidió a Carroll que pusiera negro sobre blanco ese maravilloso mundo.
Así, un relato oral fue convirtiéndose en ese "descontrol atravesado por la lógica", como explica la exposición sobre el clásico que acabó fascinando a generaciones por su manera de llenar de perverso subtexto el género de la literatura infantil.
La joya de la corona de la exposición es un manuscrito original de "Alicia en el país de las maravillas", que data de septiembre de 1864, con las imágenes que el propio Lewis Carroll diseñó para su pequeña musa.
"Es un préstamo especial de la British Library", explica Vega, agregando que "la historia de esta exposición es realmente
la historia de la historia, la biografía de este libro increíble".
En la muestra también destacan dos diarios del propio Lewis Carroll, donde se detalla cómo los encuentros con las niñas fueron levantando desde la improvisación, un cuento con alma matemática, como su propio autor.
No fue hasta 1865 cuando el libro fue editado en condiciones, con una historia ampliada respecto al manuscrito original y con las ahora legendarias ilustraciones de John Tenniel, que ayudaron a su vez a darle un perfil diferente al personaje.
"En algunas escenas, Lewis Carroll había pintado a una Alicia cabizbaja y pensativa. Tenniel creó una heroína que va siempre con la cabeza bien alta", explica Vega, quien reconoce que la exposición se ha ceñido a la creación literaria y no ha entrado en la ambigua y controvertida relación del escritor con la pequeña niña.
La exposición sí muestra algunas fotos de Alice y sus hermanas, pero sobre todo recupera bosquejos o las ilustraciones originales de Tenniel, que impuso en el imaginario colectivo a ese conejo con prisa vestido de manera impecablemente "british", al Sombrerero Loco, al gato de Cheshire o a la despótica Reina de Corazones.
"Este libro ha calado en nuestra cultura de manera muy interesante. Es difícil que pase un día sin que se cruce en tu camino una referencia a, por ejemplo, caerte por la madriguera del conejo", declara.
Además de la versión virtual y escuchable del libro o varias ediciones de distintos tamaños del mismo, la exposición recupera la primera versión cinematográfica del cuento, que data de 1903, y que antecedió a otras versiones como las realizadas por Walt Disney o Tim Burton.