NUEVA YORK.- El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, dice no ver "ninguna razón" por la que debiera dimitir en medio de las acusaciones que apuntan a que habría ayudado a autorizar pagos de 10 millones de dólares en sobornos a cambio de votos para conceder la organización del Mundial de Fútbol.
La crisis que salpica al ente que rige el futbol mundial en su centro ya provocó la renuncia del presidente, Joseph Blatter, solo unos días después de su reelección para un quinto mandato al frente de la entidad.
La FIFA ya defendió a su segundo de a bordo Valcke el martes, tras una información publicada por "The New York Times" que decía que agentes estadounidenses creían que en 2008 el directivo transfirió dinero a cuentas controladas por Jack Warner, ex presidente de la Concacaf y antiguo vicepresidente de la FIFA, que enfrenta cargos por corrupción en Estados Unidos.
En declaraciones a la emisora de radio France Info el miércoles, Valcke dijo ser "irreprochable y no me siento culpable".
"Yo no tengo poder para autorizar un pago, especialmente un pago de 10 millones de dólares", agregó el controvertido dirigente.