Martino terminó preocupado.
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SANTIAGO.- El entrenador Gerardo Martino consideró hoy "un pecado" el empate de Argentina 2-2 con Paraguay porque consideró que era un partido "para ganar 5-2", y aseguró que es "un golpe" que el conjunto albiceleste deberá asimilar.
"Es un golpe que hay que asimilar porque estábamos jugando un partido bien jugado y ahora la sensación no es la misma con la que habíamos terminado el primer tiempo", declaró Martino tras el debut por el Grupo B en La Serena.
"La causa fue el cambio de esquema del rival que nos costó mucho más acomodarnos que al primer esquema, aún así no fue un esquema que nos haya sorprendido porque es con el que Paraguay ha jugado varios partidos. Para mí no hay una cuestión de dejadez o autoconfianza sino una cuestión del juego que a nosotros nos costó mucho resolver", evaluó el técnico.
"Cometimos errores que en el primer tiempo no habíamos cometido", lamentó. "En el segundo tiempo perdimos el control".
"Este tipo de partidos es un pecado terminar empatándolo, más con la cantidad de jugadas de gol que tuvimos", añadió Martino. "No solo no supimos acomodarnos al segundo sistema de Paraguay sino que también hemos perdido un montón de efectividad", señaló.
"Me precoupa que en el retroceso del rival nos haya creado cuatro o cinco situaciones de gol. Venimos de jugar partidos amistosos casi sin otorgarles posiblidades de gol a los rivales, hoy en el segundo tiempo mostramos una debilidad", sostuvo.