SANTIAGO.- Jorge Sampaoli aún no entrega la nómina de jugadores del medio local que completarán la lista de citados para el arranque de las Clasificatorias ante Brasil y Perú.
Pero desde ya hay un posible candidato que se desmarca y dice estar muy lejos de la "Roja". Se trata de Gustavo Canales, figura de la Universidad de Chile. Y sus motivos tienen que ver, más que por aspectos futbolísticos, con polémicas con el adiestrador del combinado nacional.
"En la selección, tuve un desencuentro cuando me sacaron de la pre-nómina para el mundial de Brasil y ahora me siento más afuera del proceso", revela el delantero en entrevista con la
revista La Magia Azul.
Cabe recordar que en esa ocasión el casildense marginó de la lista inicial de 30 jugadores a Canales junto a otros seis seleccionados.
Pero esa no fue la primera vez que tuvieron diferencias. Todo comenzó cuando Sampaoli llevaba muy poco tiempo como DT de la Universidad de Chile.
"Discutimos en la octava fecha creo y me sacó de la titularidad. Para el siguiente partido le dije que ni me llevara al banco porque estaba 'quemado', al segundo fui suplente, y al tercero me dice '¿sabes qué? tú eres mi '9', necesitaba que pasara esto y desde este momento vas a ser titular fijo'. Esto fue cuatro fechas antes de los playoffs. Le hice un gol a Huachipato y de ahí no paré de jugar", agrega.
Pese a esto, Canales considera que "Sampaoli me marcó mucho. Es un tipo que tiene una obsesión por el fútbol. En el momento en que llegó a la U, incluso me dijo que me quiso llevar a Emelec. Cuando empezamos a jugar, el equipo no agarraba la forma que él quería. Los primeros meses fueron terribles. Él hablaba conmigo y decía en qué lo tenía que ayudar. Yo corría mucho pero no hacía goles, y más encima, tenía la presión porque Rivarola estaba en el banco, que era algo no menor. Terminé perdiendo el puesto".
Asimismo, el oriundo de General Roca confiesa que en sus inicios como jugador "hice todo lo que un joven no debía hacer, cosas que nunca pensé que haría. Me terminé yendo para el lado malo. Tuve la suerte de que hice el 'clic' a tiempo, pero estaba en el límite que me podía hacer dejar el fútbol".
Sobre esto, añade que "llegó un momento en el que me di cuenta que el fútbol me había dejado, que ya no quería jugar más. Para todos era el jugador perdido, era como esa frase típica que dicen 'si ese hubiera dejado la joda'".
Y también recuerda su escándalo con doping del 2012. "Tuve una recaída en mi cuidado personal. Me fui de China y el libro de pases en Chile estaba cerrado y terminé fichando en Arsenal de Sarandí. Llegué con una lesión en la rodilla. Estuve tres meses sin hacer nada y perdí la motivación con el fútbol. Intenté apurar mi regreso con unos medicamentos que usaba hasta el límite recomendado para no tener doping, pero no sé qué salió mal. No entiendo que el club no haya manejado mejor la situación, pero yo asumo que tuve la culpa por no cuidarme. Jorge Segovia de Unión Española fue muy importante para poder seguir jugando. También le conté todo a Carlos Heller y fue un acierto gigante", sentencia.