Salas celebró con todo el triunfo que trabajó en la semana.
El Mercurio
SANTIAGO.- "Sabemos cómo ganarle a Colo Colo". Esa era la convicción de Mario Salas hace tres días. Y claro, no se equivocó.
Este domingo Universidad Católica le ganó 2-1 al líder del Apertura y se metió de lleno en la pelea por el título. El DT tenía la clave y bien la supo ocupar a su favor.
"Colo Colo es un equipo que ejerce presión sobre el rival", decía el técnico cruzado el pasado jueves. Lo tenía claro y por ello hoy contrarrestó el poderío albo.
¿Cómo lo hizo? Con una impecable táctica. Primero anuló las bandas evitando la proyección de Jean Beausejour y Gonzalo Fierro.
Para esto fue trascendental el buen desempeño de Stefano Magnasco y Mark González por ambos sectores.
Claro, el objetivo era evitar los progresos de Colo Colo. Por las bandas y también por el medio evitando que Emiliano Vecchio o Martín Rodríguez se conectaran con los delanteros. El trabajo de jugadores como Tomás Costa, César Fuentes y Marco Medel fue fundamental.
El Cacique no sólo estaba bloqueado, además era un equipo desconectado y sin ideas para llegar y complicar a Cristopher Toselli.
Por eso nada podía fallar. Arriba, Esteban Paredes y Humberto Suazo también fueron neutralizados. La dupla defensiva compuesta por Germán Lanaro y Guillermo Maripán tuvo una actuación notable, sobre todo el formado en la UC.
Todo funcionaba a la perfección. El primer gol cruzado era una muestra de lo que quería Salas. Apurar la salida de Colo Colo para incomodarlos y obligar al error.
Suazo perdió el balón, Fernando Cordero centró largo, Marco Medel la apuró con la cabeza y David Llanos, tras aguantar bien la marca, mandó el esférico al fondo de la red.
Sólo una desconcentración complicó a la UC. Fue con el golazo de otro partido que anotó a los 88 minutos Jaime Valdés luego de sortear con éxito a un par de rivales.
Pero Salas no estaba dispuesto a perder. Tras el gol mandó a la cancha a Roberto Gutiérrez. Y el delantero no falló. A poco del final marcó el tanto del triunfo y de la algarabía en San Carlos de Apoquindo.
Justo premio para un equipo que fue mejor y cuyo entrenador siempre supo como ganar, y no a cualquier rival. Fue a Colo Colo, único líder del Apertura y que hasta hoy estaba invicto tras siete triunfos en siete partidos.