El defensa alcanzó a jugar solo cuatro minutos en el auspicioso debut de la "Rojita".
Aton Chile.
SANTIAGO.- Para todo futbolista es un sueño jugar un Mundial y Fabián Monilla con sólo 17 años lo estaba cumpliendo.
Y de gran manera pues estaba debutando como titular con la selección chilena Sub 17 ante un Estadio Nacional con más de 25 mil personas.
Sin embargo, el defensor de Universidad Católica pasó en instantes de la alegría a la tristeza. Y es que ese soñado y anhelado debut le tenía preparado un triste final.
Cuando el partido recién empezaba y el reloj marcaba los cuatro minutos, el zaguero fue a disputar el balón con un jugador croata, pero sacó la peor parte.
Monilla sufrió un duro golpe en el tobillo que lo dejó tendido en la cancha y con mucho dolor. Su rostro lo evidenciaba todo. Esa larga espera por jugar en un Mundial llegaba a su fin en cosa de minutos.
El defensa explotó en llanto al llegar a la banca dando vida a una escena conmovedora. Parecía que nada podía consolarlo y claro era entendible. Pero la situación no quedó allí.
Cuando el primer tiempo llegaba a su fin, el zaguero cruzado comenzó a caminar rumbo al vestuario. Su dolencia era vidente, cojeaba y se apoya en un integrante del cuerpo técnico que lo acompañaba.
Allí fue cuando los 25 mil hinchas presentes le regalaron una gran ovación en señal de apoyo, a lo que Monilla respondió levantando su mano en señal de agradecimiento.
Ya tras el partido, el defensa abandonó el Nacional con evidente molestia y con una bota en su pie. Ahora sólo le queda esperar para saber que tan grave es su lesión.
"Lo de Monilla no está claro, aún hay que estudiarlo para saber que pasará", dijo el entrenador Miguel Ponce en conferencia post partido.