Por un lado la alegría, por el otro solo preocupación.
Archivo El Mercurio
SANTIAGO.- Un duro contraste está viviendo actualmente Santiago Wanderers. Y es que en la cancha son solo alegrías, pero fuera de ella hay sólo problemas.
Los caturros se encumbran como los exclusivos líderes del Torneo de Clausura con seis puntos gracias a dos triunfos en la misma cantidad de partidos. Festejaron un 2-0 sobre San Marcos de Arica en el debut, y ahora en la fecha recién pasada se impusieron 3-1 a San Luis de Quillota.
Es por eso que se pensaría que los dirigidos por el uruguayo Alejandro Arias están disfrutando un gran momento. Pero la alegría llega sólo hasta ahí.
La institución porteña está pasando por una grave crisis económica que los tiene sumidos en la quiebra. Esto obviamente complica a todo el plantel.
"Se nos llamó de a uno y dos abogados nos explicaron que el club estaba en quiebra, por lo tanto algunos sueldos iban a ser pagados en porcentaje y el resto en cuotas hasta junio", dijo el defensa Ezequiel Luna ayer en la Estrella de Valparaíso.
Es más, el argentino agregó que "me da miedo que el club vaya a desaparecer. Es que los jugadores más experimentados podemos irnos a otros clubes, pero ¿qué pasará con los más chicos?".
A raíz de esto la dirigencia decidiría rebajar considerablemente los sueldos de Carlos Muñoz, Mauricio Viana, Ronnie Fernández, Álvaro Ramos, Mauricio Prieto y Ezequiel Luna. Pendiente está la situación de David Pizarro, que todavía se trata una lesión muscular en Italia y cuyo salario es pagado por privados.
El club, que terminó el año pasado con un déficit de $1.200 millones y ya desvinculó al gerente deportivo Juan Gutiérrez, también recortó la logística de la plantilla que suspendió el régimen de concentración previa a los duelos de local.