SANTIAGO.- "Creo que esta ha sido la zambullida más difícil de mi vida... Esto es un sueño hecho realidad". Con estas palabras cerraba Michael Phelps su clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016, los quintos en su carrera plagada de éxitos, pero que estuvo en jaque por culpa de sus adicciones.
Y es que no sólo hubo triunfos en la vida del competidor más laureado de la historia con 22 medallas olímpicas, pues el nadador tuvo que lidiar primero una batalla contra el alcohol y las drogas para volver a lo más alto.
Su historia de éxitos comenzó cuando se convirtió con 15 años en el deportista más joven desde 1932 en estar en unos JJ.OO., logrando clasificar a los 200 metros mariposa de Sídney 2000 donde terminó quinto.
Al año siguiente batió el récord de los 200 mariposa con 15 años y 9 meses, superando a Ian Thorpe (16 años y 10 meses) como el nadador más joven en romper una marca mundial. Luego seguiría quebrando récords y ganando medallas en los mundiales de natación, siendo considerado como todo un ejemplo para la juventud estadounidense.
Ya en Atenas 2004 conquistó 6 preseas doradas y 2 de bronce, posicionándose con 19 años como un ícono del deporte y una verdadera celebridad norteamericana. Pero todo cambió en noviembre de ese año, cuando fue detenido conduciendo borracho en Salisbury, Maryland.
Tras el incidente, que calificó como un hecho aislado, estudió en la Universidad de Míchigan y se dedicó a preparar su participación en Beijing 2008, donde tocaría la cúspide del deporte mundial alzando 8 medallas de primeros lugares (tres de ellas junto al equipo estadounidense) y rompiendo además 4 récords mundiales y uno olímpico.
Este logro lo convirtió en el deportista que más oros ha conseguido en una misma edición de los JJ.OO. y, con sólo 23 años, se ubicó con propiedad como el mejor nadador de todos los tiempos. Pero al año siguiente volvieron los escándalos.
El 6 de noviembre del 2009, el "Tiburón de Baltimore" fue fotografiado consumiendo marihuana en una fiesta en Carolina del Sur. El hecho fue condenado por la Federación Internacional (FIDA) y el Comité Olímpico Internacional (COI), lo que le valió una sanción de 3 meses por parte de la asociación de su país (USA Swimming) que incluso lo llevó a pensar en el retiro.
Pese a todo, Phelps no decayó y se preparó durante un año y medio para llegar en condiciones a Londres 2012. En la capital de Inglaterra, volvió a lo más alto del deporte mundial y se colgó 4 oros y 2 platas, logrando ser quien más preseas doradas ha ganado en la historia con 18.
Éste fue el punto de inflexión que lo llevó a tomar la determinación de cumplir con los seis meses de suspensión que le impuso la federación norteamericana y volver a entrenar para romper una nueva marca: conseguir clasificar a sus quintos Juegos Olímpicos, en Río 2016.
"Lo importante era entrar al equipo. Después de todo lo que sucedió, y después de haberme tenido que preparar como lo he hecho para este regreso, creo que esta ha sido la zambullida más difícil de mi vida. No me sentí cómodo ni en las series ni en la semifinal; y realmente tampoco me he sentido muy cómodo esta noche", confesó Phelps, agregando que "esto es un sueño hecho realidad".
De esta forma, el "Tiburón de Baltimore" será uno de los protagonistas en la piscina de Brasil, pero ya no como un joven debutante de 15 años, sino que convertido en una veterana leyenda que espera ahogar su historial de problemas para seguir agigantando su legado en las aguas olímpicas.