El fallecido Fidel Castro era un gran apasionado por el béisbol.
Agencias
SANTIAGO.- Anoche se confirmó la noticia desde Cuba. Fidel Castro, líder de la revolución en aquel país, falleció a los 90 años de edad, según informó su hermano, Raúl Castro a través de la televisión estatal.
Pero si bien Castro era una figura política, también se vio fuertemente ligado a los deportes durante su mandato en el país centroamericano. De hecho, desde que asumió en el poder en 1959 ha existido una notable evolución de los deportes, principalmente olímpicos, en Cuba.
Es más, según indican algunos medios cubanos, antes que el fallecido mandatario llegara al poder Cuba no contaba con un proyecto deportivo sólido, por lo que se decidió intervenir.
"El deporte cultiva los músculos, educa el carácter, desarrolla la inteligencia, hace ciudadanos más saludables y más preparados en todos los sentidos", decía Castro.
Así, en 1961 se creó en Cuba el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), el que tenía por finalidad fomentar la práctica del deporte en el país, además de implementarse la educación física como materia en los niveles básicos.
Y no sólo eso. Desde su intervención en las políticas deportivas, Cuba logró ganar 208 de sus 220 medallas en Juegos Olímpicos, siendo 72 de éstas de oro conseguidas durante el mandato de Castro.
Además, en la cita de los cinco anillos desarrollada en Barcelona en 1992, Cuba tuvo su versión más exitosa en este tipo de competencias, cuando se lograron 14 medallas de oro.
De hecho, en la cita que se llevó a cabo en Barcelona, una de las preseas doradas de los cubanos fue en béisbol, uno de los deportes más populares en la isla y del cual Fidel Castro era un gran apasionado, e incluso llegó a practicarlo durante su juventud.
También el box tuvo una gran evolución mientras Castro estuvo en el poder. Durante su mandato se consiguieron 37 medallas de oro en JJ.OO., donde destaca el púgil Teófilo Stevenson, quien fue triple campeón olímpico en esta disciplina.
Así, tras su muerte Fidel Castro dejó como legado una evolución de las políticas deportivas, las que se vieron principalmente en las presentaciones de Cuba en citas olímpicas y el desarrollo de la actividad en el país centroamericano.
