Pablo Purcell en su llegada al club español Terrassa.
SANTIAGO.- En 2014, la selección chilena de Hockey sobre césped perdía la final por goleada (8-1) contra Argentina en los Juegos Odesur disputados en Santiago.
Para el plantel, la derrota no fue sólo un trofeo extraviado. Pablo Purcell, defensa y uno de los jugadores más importantes del equipo tomó una drástica decisión. Le pidió al técnico un receso de seis meses para
descansar, porque se sentía agobiado y lo que estaba haciendo ya no le
hacía feliz.
"Había tenido un pésimo torneo. Me sentía sin confianza, no entendía lo que pedía el entrenador y no me sentía cercano con el resto de los jugadores", confiesa.
"Cuando un deporte es amateur y no lo amas, no puedes seguir. Yo ya no amaba lo que hacía", comenta Pablo Purcell".
PABLO PURCELL
Tras la amenaza, el entrenador sólo le dio dos opciones: "Te subes al tren ahora, o te bajas"…
Cuatro años antes, en 2010, "Pablito", como lo llaman sus cercanos, había pasado a formar parte de la selección chilena adulta. Con sólo 16 años, el santiaguino era el más pequeño en integrar la "Roja" en ese momento. "Fue demasiado sorpresivo. El promedio de edad era como de 28 años", señala.
De ahí en adelante, él fue pieza clave en el proceso y estuvo en casi todos los certámenes internacionales que jugaba Chile: Preolímpico 2012, Sudamericano 2013 y World League fueron los campeonatos que disputó, perdiéndose sólo los Panamericanos de 2011.
Desde niño pasó a tener una rutina adaptada en su totalidad al Hockey. Como este deporte no es remunerado en Chile, no podía dejar de lado sus estudios, por lo que ajustaba sus horarios: A las 7 de la mañana iba al gimnasio, luego al colegio, universidad o trabajar, y después a entrenar con su club, el Country, o con la selección, lo que se extendía hasta las 11 de la noche. No paraba. Su vida giraba en torno a esto y lo sacrificaba todo, nada menor para un joven de su edad.
"Si tuviera que decirle a un niño que quiere ser profesional y vivir de algún deporte, le diría que no se dedicara al Hockey"
PABLO PURCELL
Pero no sólo no recibía un sueldo por representar a su equipo, sino que además debía sacar plata de su propio bolsillo para costear los gastos para jugar el Torneo Nacional de Hockey: necesitaba pagar 25 mil pesos de inscripción, financiar todos los viajes dentro o fuera de Chile y si no conseguía auspiciadores, debía pagarse los implementos necesarios para entrar a la cancha.
Estas cosas que ocurrían a nivel de clubes, sumado a tener que dejar de lado a su familia y amigos por más de cuatro años, desencadenó que en los Juegos Odesur decidiera retirarse, sin aún siquiera pensar lo que venía para él.
Su inactividad duró dos años. En 2016 decidió volver a la alta competencia porque sentía que era su momento. Y comenzaron a llegar los éxitos. Una temporada después, Jorge Dabanch, el nuevo entrenador de la "Roja", le consiguió una oportunidad única: Irse a la primera división de España, convirtiéndose en el único chileno jugando a ese nivel en Europa.
300Euros gana por entrenar a la Sub 14 de su club español
En septiembre de 2017, Purcell, con 24 años, arribó al Club Terrassa, en Barcelona. Ahí, a pesar de no tener un sueldo, está inserto en el profesionalismo. De hecho, la liga hispana está dentro de las cinco mejores del mundo, detrás de la holandesa, belga, inglesa y alemana.
Aunque no reciba un sueldo por jugar, ya que eso sólo ocurre con las máximas figuras que están en los Países Bajos o Bélgica, las diferencias con las condiciones que tenía en Chile son abismalmente diferentes.
"Me pagaron el pasaje, me entregaron un departamento, dan dos comidas al día, recibo toda la indumentaria necesaria para desenvolverme en la cancha... Adempas tengo todos los traslados incluidos y la opción de entrenar dos veces a la semana a la Sub 14 del equipo a cambio de 300 euros (cerca de 220 mil pesos).
Estas facilidades han hecho que su rendimiento se eleve considerablemente. "Estoy muy impresionado de lo bien que funciona el cuerpo respetando el descanso que necesita y alimentándolo de forma sana. A pesar de la alta carga física, no he tenido lesiones y estoy corriendo más que nunca", revela el nacional.
En los tres partidos que se han disputado en el campeonato, él ha sido titular en dos, sólo han perdido uno de ellos y el director técnico está contento con su desempeño. Pablo está entusiasmado, "está viviendo un sueño", cuenta, pero sabe que este sueño tiene una fecha de expiración no muy lejana: tiene un acuerdo por una temporada y al no poder vivir de esto, sabe que en algún minuto tendrá que dedicarse a ejercer la ingeniería comercial (carrera que estudió) para poder sobrevivir.
"Si tuviera que decirle a un niño que quiere ser profesional y vivir de algún deporte, le diría que no se dedicara al Hockey", remata.