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Del Sename a campeón del Atlántico: La increíble historia de superación del boxeador chileno Cristóbal Yessen

Fue abandonado cuando tenía meses. Pasó de centro en centro durante años. No obstante, eso no fue impedimento para que este púgil saliera adelante y consiguiera destacados logros. Ahora vela por los derechos de los niños vulnerables.

13 de Enero de 2018 | 09:07 | Por Ignacio Guerra Erazo, Emol
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"Los títulos no son algo tan trascendental para mí. Lo importante es cómo llegué a ese logro", asegura Yessen.

Italo Arriaza
SANTIAGO.- El 31 de octubre de 2015 fue un día de consagración para Cristóbal Yessen. Tras derrotar al argentino Franco Roldán, el representante chileno se coronó como flamante campeón de la Organización de Boxeo del Atlántico (ABO por sus siglas en inglés). Significó el cierre de años de trabajo y esfuerzo, que contrastan por completo con su duro inicio. No tuvo una familia formal hasta los siete años.

El púgil nacional fue abandonado por sus padres cuando tenía sólo meses de vida. Estuvo bajo la tutela del Servicio Nacional de Menores (Sename) durante gran parte de su infancia y pasó de hogar en hogar hasta que decidió escaparse. "Después tuve la oportunidad de que una familia me adoptara y me entregara valores", recuerda el boxeador en conversación con Emol.

El apellido de este deportista pudo haber sido cualquiera. Valenzuela, Flores, Rojas. Probablemente nunca lo sabrá. Sólo recuerda que cuando tenía siete años la familia Yessen lo adoptó, le puso su apellido y de ahí en adelante su vida dio un vuelco total. El sufrimiento y el dolor al fin terminaron.

Sin embargo, su comienzo en el boxeo debió esperar un largo tiempo. Recién a los 22 años se puso a practicarlo, cuando, junto a su pareja, fue víctima de un violento asalto. "Esa vez no pude hacer nada. Entonces igual ver cómo estaba mi polola, toda desesperada y muy mal, me hizo realizar una especie de reflexión. Tenía que aprender a defenderme. Me fui a probar a una escuela de boxeo y quedé. Me dijeron que tenía talento, y ahí partí", detalla el nacional.

Ahora, con 33 años, el boxeador que tuvo su momento de fama en el programa "Bailando por un Sueño" de Chilevisión en el 2013, asume con humildad sus logros y asegura que "no me lo imaginé nunca. La propia vida me ha hecho superar obstáculos. Hoy día considero que los títulos no son algo tan trascendental para mí. Lo importante es cómo llegué a ese logro, superando todos los problemas, pasando por tantas circunstancias y problemas. Eso es lo que me mantiene contento".

La retribución social


"Uno siempre recuerda su historia". Esa es una de las principales consignas motivacionales que tiene Yessen para dedicarse constantemente a luchar por los derechos de los niños y para mejorar las condiciones en las que viven los menores que se encuentran en el Sename.

El boxeador es un intrépido usuario de las redes sociales donde, al igual que en el cuadrilátero, pelea a diario por instar a los políticos a preocuparse de cómo viven los niños marginados de Chile.

"Lo que más me mueve es la causa social. Pienso que hay un problema grave de lo que es la vida de los niños en este país. Hay un olvido gigantesco por parte de las autoridades que es inexplicable. Una indolencia que no tiene nombre", cuestiona el deportista, quien basa sus afirmaciones en su experiencia y sus reiteradas visitas a estos lugares.

Además de competir dentro del ring, Yessen realiza discursos de estímulo en distintos hogares del Sename a lo largo de Chile. Cuenta su historia para incentivar a los menores a que sigan su ejemplo y no terminen en las garras de las drogas u otros vicios.

"Me ha tocado dar charlas a lugares donde estuve, como el Cread Pudahuel. Ha sido súper potente. Una vez fui y habían más de 100 niños y nadie me escuchaba. Después, frente al micrófono, dije: 'yo estuve aquí'. Todos me pusieron atención. Les dije que dormí acá, que conocí los patios y que sufrí al igual que ellos. En esa tónica van mis charlas y ya he recorrido muchos hogares como voluntario, dando testimonios de lo que viví", explica.

A esto se suman los premios que ha conseguido en la ABO, los que, de acuerdo a la normativa de esta organización de boxeo, son donados a diferentes causas sociales en Latinoamérica.

Críticas al rol "mercantil" del deporte


Así como Yessen se muestra a favor de la labor comunitaria que cumple el deporte en Chile y en Latinoamérica, también es especialmente crítico con lo comercial que se han vuelto algunas disciplinas en la región. Cuestiona todo el negocio que gira en torno a estas especialidades.

"Hoy tenemos organizaciones de boxeo que son atractivas en el sentido económico, pero en el sentido social no. El deporte tiene un rol social importante, y eso es lo que está carente en en todos los deportes...el rol mercantil que tienen", manifiesta el púgil.

Por lo mismo, el campeón atlántico fundó una escuela de boxeo "popular" en Santiago, la cual es de carácter gratuita y se imparte todos los martes.

"La idea es ver el deporte desde un punto de vista social. Las competencias abren la puerta a los valores, y ver el deporte como un factor de inclusión también", explica Yessen. Una muestra más de que a diario se dedica a devolverle la mano al destino.
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