Pastore en el ojo del huracán.
AFP
SANTIAGO.- Primero fue la disputa entre Neymar y Edinson Cavani por quién pateaba los penales. Luego, la lucha de egos que desataban los privilegios que tenía el brasileño. Siguieron las diferencias entre el técnico Unai Emery y su máxima estrella. Y ahora el conflicto es entre compañeros de equipo.
Todo estalló porque el uruguayo Edinson Cavani y el argentino Javier Pastore se incorproaron más tarde que el resto del plantel a los trabajos tras las fiestas de fin de año.
Esto acarreó sanciones, como por ejemplo que el charrúa no fuera citado a los últimos partidos y una rebaja salarial. Pero también originó la molestia de los referentes.
"Sigo pensando que lo que hicieron no está bien para el grupo y el club. La verdad que estamos molestos porque estamos en una parte importante de la temporada. Las personas tienen que pensar antes de hacer las cosas ya que esto no es bueno", criticó públicamente Thiago Silva, capitán del PSG.
El brasileño puntualizó en el caso del argentino. "Hay una diferencia entre los casos. Creo que Pastore avisó que quería marcharse y es por eso que los dos lados no llegaron a un acuerdo".
Y el "Flaco" no se quedó callado. "Nunca hablé con Thiago Silva sobre mi problema o mi futuro. Nunca presiono a nadie, no es mi estilo", se descargó a través de su cuenta de Instagram.
Además, emplazó a Silva. "Él no estaba al tanto del problema que tuve y eso me hizo llegar tarde. Repito: mi sueño siempre ha sido quedarme. Siempre he sido leal. ¡No es verdad que me quiero ir! Me gustaría quedarme aquí para terminar mi carrera".
