SANTIAGO.- El inicio de los octavos de final del Mundial tuvo un gran protagonista: Kylian Mbappé, el joven artillero francés que sepultó las esperanzas de Argentina y eclipsó a ni más ni menos que a Lionel Messi.
El atacante galo demostró por qué los clubes más poderosos del mundo han puesto sus ojos sobre él y con un doblete le dio revirtió el marcador a la "Albiceleste". Además, realizó una extraordinaria jugada a pura potencia que terminó en penal a favor de su selección en la apertura de la cuenta.
Y lo más sorprendente de todo es que tiene sólo 19 años. Es decir, cuando Francia obtuvo su única Copa del Mundo, en 1998, Mbappé aún estaba en el vientre de su madre.
El artillero se crió en Bondy, una localidad ubicada en los suburbios de París. Y desde que nació que ha estado ligado al deporte. Su padre, Wilfried, fue entrenador de fútbol base y su madre, Fayza, jugó handball de manera profesional.
Mbappé siempre ha tenido claro su objetivo: ser el mejor jugador del mundo. De hecho, es un reconocido admirador de Cristiano Ronaldo. Tanto así, que cuando niño tenía su pieza repleta de imágenes del astro portugués.
Aunque, siendo francés, talentoso, veloz y goleador, en su país se ha vuelto inevitable compararlo con Thierry Henry. Ambos surgieron de la prestigiosa academia Clairefontaine y los dos comenzaron su carrera en el AS Mónaco. No obstante, el joven jugador ya superó en algunos aspectos a retirado futbolista.
El 2 de diciembre de 2015, Mbappé hizo su estreno oficial en un empate entre el equipo del Principado y el Stade Malherbe, transformándose en el debutante más joven del club con 16 años y 347 días, rompiendo el récord que Henry mantuvo durante 21 años.
Su primer gol lo hizo el 20 de febrero del 2016 en la victoria 3-1 sobre el Espérance Sportive. Tenía 17 años y 62 días, con lo que, nuevamente, superó un récord establecido por Henry.
No cobra por jugar por la selección
Kylian Mbappé siempre se ha mostrado agradecido por defender los colores de su país. El delantero asegura que jugar por Francia literalmente no tiene precio, por lo que no cobra cuando es citado.
Por lo mismo, el atacante comunicó que donará todo lo que se le pague durante su participación en el Mundial de Rusia a la fundación benéfica Premiers de Cordée, una asociación de la que es embajador y que se dedica a fomentar el deporte en niños hospitalizados.
Las cifras no son para nada despreciables. De acuerdo a cálculos de medios franceses, podría percibir unos 20.000 euros por partido, es decir, más de 15 millones de pesos chilenos. Y su los galos se adjudican la Copa, la federación le pagará 300.000 euros a cada jugador, o sea, casi 230 millones de pesos nacionales. Algo que no complica a Mbappé para regalar.
