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Historias del Mundial: Luka Modric, el artífice del "milagro croata" que sobrevivió a la guerra huyendo de balas y bombas

Cuando niño, el talentoso volante sufrió en carne propia las aberraciones de la Guerras Yugoslavas. Junto a su familia y cientos de otros refugiados debió hospedarse en distintos hoteles.

09 de Julio de 2018 | 07:16 | Redactado por Ignacio Guerra, Emol
SANTIAGO.- Pensar en la Croacia que está metida en semifinales del Mundial es pensar en Luka Modric. Capitán, creador y líder del mediocampo, el jugador del Real Madrid es sin duda la gran figura de la principal sorpresa de esta Copa.

No obstante, su exitosa carrera estuvo cerca de terminar de forma trágica mucho antes, cuando recién se estaba formando. Modric pudo haber sido una más de las 140.000 víctimas que dejaron las Guerras Yugoslavas.

El talentoso volante del Madrid vivió en carne propia las aberraciones que dejó este conflicto bélico, donde Serbia se enfrentó a Croacia, Bosnia y Albania tras la disolución de la antigua Yugoslavia.

Según han recogido una serie de artículos, el mediocampista sufrió constantemente junto a su familia con los ataques enemigos. El episodio más oscuro de su vida ocurrió cuando la guerra entró de lleno en Zaton Obrovacki, la localidad donde vivía: en diciembre de 1991, su abuelo fue capturado y ejecutado junto a un grupo de croatas, frente a los ojos del padre de Luka (algunas notas afirman que el propio Modric vio el fusilamiento de su abuelo, pero el jugador nunca lo ha aclarado ante la prensa).

Tras el asesinato, el progenitor del futbolista corrió a toda velocidad a la casa y huyó con lo puesto junto a su familia. Fue así como estuvieron durante largos años escapando de balas y bombas para sobrevivir. De hecho, Modric se tuvo que alojar en una variedad de hoteles y estancias con otros cientos de refugiados de la guerra.


El escape de Luka era, cómo no, el fútbol. Sus cercanos recuerdan que en tiempos de guerra y sangre el pequeño Modric nunca soltaba su pelota y que siempre buscaba amigos con para jugar. Y cuando ya había finalizado la guerra, el volante, con una serie de traumáticas experiencias en el cuerpo, comenzó su camino para llegar a lo más alto del balompié mundial.

Dado que la familia Modric no quiso volver a su antigua casa y prefirió cambiarse a Zadar, al mediocampista se le abrió una oportunidad en el Dínamo de Zagreb, no sin antes haber sido rechazado por distintos clubes por su delgadez y baja estatura.

Ahí comenzó una carrera meteórica. Tras ser cedido en dos ocasiones, Modric debutó oficialmente en el club de sus orígenes en la temporada 2005/2006, donde inmediatamente se proclamó campeón de Croacia. Y sólo un año después fue elegido el mejor jugador de la liga de su país.

El 2008 pasó al Tottenham, y cuatro años después firmó por el Real Madrid, elenco en el que ha alcanzado su máximo nivel y que lo tiene hoy en día a un paso de alcanzar la final del Mundial. Y aunque Modric se perfila como uno de los grandes candidatos para ser elegido como el mejor jugador de la Copa, el volante, sabio, prefiere desligarse de dicha responsabilidad.

"Francamente no pienso en el Balón de Oro. Lo más importante es el éxito de la selección. Los premios individuales están bien y se tiene en cuenta el trabajo de todo el año, pero ahora estoy centrado en el éxito de Croacia", confesó Modric tras el triunfo sobre Rusia por penales.
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