Martí fue operado dos veces este 2018.
Vía Instagram.
SANTIAGO.- De chico lo apodaban
"el nuevo Nadal". Los que lo conocían apostaban por él ya que le veían enormes condiciones para triunfar en el circuito.
Pero una durísima lesión frustró su carrera.Es
Javier Martí, tenista español que nació el 11 de enero de 1992 y que en su mejor ranking
llegó a ser 170 del mundo. Eso fue en en abril del 2012.
Justo después de eso comenzó su calvario. Fuertes molestias en el codo derecho no lo dejaron seguir jugando con tranquilidad.
"Todo fue culpa de un cambio de raqueta. Pasé de jugar con una muy flexible a una muy rígida con la que me corría más la bola pero que dañaba mi articulación. Me dolía el brazo cuando acababa de jugar, pero descansaba un poco, se me pasaba y seguía jugando. Una y otra vez hasta que un día no podía ni coger la raqueta", explica al periódico Marca.
Los exámenes le diagnosticaron una epicondilitis, enfermedad comúnmente conocida como codo de tenista, y tuvo que pasar por quirófano al no responder a un tratamiento conservador. Esa fue la primera de cinco operaciones a las que se ha tenido que someter.
La segunda vez fue en 2014 y ahí ya tenía dañado el cartílago. Llegó a estar 1.860 en la clasificación de la ATP. Sabía que sería muy difícil volver a su mejor nivel.
Su drama continuó en febrero de 2016. Otra cirugía, esta vez para limpiar la articulación y bajar la inflamación en la zona. Tras esto, en algo mejoró.
De hecho el 2017 fue su temporada más ganadora y sumó 7 títulos de Futuros. Pero así como levantaba trofeos, el dolor no desaparecía.
"Tomaba tres pastillas (Voltaren e Ibuprofeno) todos los días, mañana y noche más otra durante el juego los días de partido. En muchas ocasiones, durante el calentamiento, no sabía ni siquiera si iba a poder salir a jugar porque no podía sacar. Alguna vez incluso me tuve que infiltrar corticoides. Me dije muchas veces a mí mismo que si perdía ese partido lo dejaba pero ganaba y volvía a forzar. Fue un año muy duro a nivel físico y nivel mental", revela.
Llegó el 2018 y aguantó sin operaciones. Eso, hasta el 22 de mayo. Ahora fue para limpiar su codo de osteofitos y regenerar la zona.
Marca detalla que la operación fue bien, pero un tubo de drenaje que debía limpiar la zona se salió de su sitio le tocó y dañó un nervio que le obligó a volver al quirófano 48 horas después y le ha dejado sin sensibilidad en media mano.
"
Cuando me lo dijeron pensé que había una cámara oculta. Quiero pasar un verano tranquilo porque estoy muy desgastado mental y anímicamente. Luego ya veré. No volveré con dolor o si me tengo que medicar nuevamente para poder jugar. Quizá ha llegado el momento de decir adiós", cierra, dejando abierta la puerta al retiro.
