El jinete más longevo del país, Emeterio Guzmán, falleció a los 72 años.
El Mercurio
SANTIAGO.- A los 72 años, producto de las complicaciones por una operación de urgencia derivada de una caída que sufrió el miércoles pasado en el Club Hípico, falleció el domingo Emeterio Guzmán, el jinete más longevo de Chile.
Con un notable registro de 952 carreras ganadas, el "Tata", "Don Eme" o el "Loco Emeterio, como le decían sus colegas, corrió por última vez el viernes 13 de julio.
"Emeterio nunca tuvo un cambio, siempre fue el mismo. Estuviera bien o mal, no transmitía su penas, sus dolores. Lo tenía que interrogar mucho para saber si estaba pasando por un mal momento. Era muy generoso en transmitir energía positiva y no era fácil interpretarlo. Siempre tenía la alegría a flor de labio. Era un profesional ideal y mejor amigo", lo recordó en El Mercurio José Tomás Allende, preparador hípico y amigo que trabajó 30 años con el jockey.
A los 12 años, su padre lo llevó por primera vez al Hipódromo Chile, generando un lazo inquebrantable. Tres años más tarde tuvo la oportunidad de iniciar una carrera como jinete en Punta Arenas y no dudó en partir al extremo sur, donde triunfó.
En 1971 vivió siete meses en Estados Unidos, país en el que también obtuvo triunfos. Tuvo un hijo, pero la muerte de una hija lo marcó para siempre.
"Él era el 'Tata' para todos; todo el mundo lo respetaba. A pesar de la tremenda pena que le causó la muerte de su hija, su nieta Catherine era todo para él", señaló Allende.
Y sobre el accidente que sufrió Guzmán su amigo contó que "al entrar a la cancha, la potranca que estaba montando se desbocó y salió corriendo a una velocidad impresionante. Yo estaba a lo lejos y la vi pasar muy fuerte. Solo dije 'va a quedar muy cansado, Emeterio', pero luego me avisan que se cayó, y pensé 'otra vez va a tener el hombro fuera', porque tenía problemas en la zona, pero de a poco fuimos dimensionando lo que había pasado".
Continuó Allende: "Pensamos que no era nada, pero ya el jueves sabíamos que había sido intervenido y que estaba con respiración artificial. Había mejorado y lo iban a desconectar, supuestamente, el sábado para ver cómo evolucionaba, lo que no me parecía, porque había que dejarlo tranquilo. Cuando estaba mejor, se descompensó violentamente".
