Su familia la recuerda como "un volcán de emociones".
AFP
SANTIAGO.- La familia de
Celia Barquín Arozamena atraviesa por el momento más difícil de su vida. Luego de que la joven golfista de 22 años fuera encontrada muerta en un campo de juego de Iowa, Estados Unidos, sus cercanos confesaron estar "con el corazón destrozado".
En una conferencia de prensa brindada a los medios españoles,
Andrés Barquín, hermano de la deportista, expresó su intención de que a Celia se
le recordara "como una luchadora, que era lo que siempre demostró tanto en el deporte como fuera de él", y que la golfista era "una persona a la que todos queríamos un montón, como se está viendo en todos los sitios con los mensajes de apoyo".
"Celia Era muy querida y a pesar de que estábamos en la distancia intentábamos hablar siempre que podíamos, todos los días. Nos queríamos un montón y es una cosa que nos va a costar superar mucho a partir de ahora, pero queremos mantener el gran recuerdo que teníamos de ella", complementó Andrés.
El presunto autor del homicidio es Collin Daniel Richards, también de 22 años y quien no tiene un domicilio registrado. Al parecer vivía en una tienda colindante al campo de golf. Según reconoció un amigo suyo, Richards le había confesado que sentía "el deseo de violar y matar a una mujer".
Con estos antecedentes, Miriam, la madre de Celia, catalogó como mala fortuna el incidente. "Qué mala suerte ha tenido mi pobre. La pudo encontrar en cualquier otro lugar del mundo porque ese tío iba a matar, dijo voy a matar a una mujer y se encontró con mi niña", expresó.
A su juicio, la deportista "era un volcán de emociones y creo que todo el mundo que la ha conocido guardará siempre un gran recuerdo. Ella tenía un brillo especial".
Barquín Arozamena fue hallada muerta el lunes en un arroyo del campo de golf de Coldwater Links, en la localidad de Ames, tras ser apuñalada en reiteradas ocasiones, dejando atrás una exitosa y prometedora carrera, donde incluso se había coronado campeona del torneo amateur de Europa.