Sueñan con avanzar a la siguiente ronda.
AP
SANTIAGO.- Pitazo final en el Royal Arena de Conpenhague y la
selección chilena de balonmano literalmente estalla en alegría tras derrotar por 32-24 a Austria.
No es para menos. Por segunda vez en su historia un combinado nacional conseguía un triunfo en un Mundial de este deporte. La última vez ocurrió el 2017 frente a Bielorrusia.
Por lo mismo, los jugadores criollos celebraron con todo su tremenda victoria y gritaron eufóricos dentro del campo de juego. Afuera, el coach Matteo Garralda se fundió en un apretado abrazo con su cuerpo técnico.
El resultado es positivo por donde se le mire. Austria era un rival directo en la lucha por conseguir la clasificación a la segunda ronda y por ende el triunfo ilusiona a la "Roja" con lograr aquel objetivo.
"Tenemos que tener los pies en el suelo. Hemos hecho algo muy importante pero hay que ganar más partidos para mejorar el resultado de cualquier Mundial anterior. Hay que cumplir, y si cumplimos esa meta quizás avanzamos", expuso Garralda tras el compromiso.
Por su parte, el jugador Marco Oneto señaló que "fue un partido que necesitábamos, teníamos claro que Austria era un partido que teníamos que luchar, sobre todo después del partido con Dinamarca. Necesitábamos demostrar de lo que somos capaces. Por suerte las cosas se nos fueron dando y tuvimos la calma y madurez para poder mantener la calma y llevar el partido hacia nuestro juego".
Ahora Chile debe prepararse para el choque ante Túnez pactado para el lunes, mientras que en su último duelo de la fase grupal chocará con Arabia Saudita. Si gana alguno de estos dos encuentros tiene chances de avanzar.
Mira el último gol del partido y la emotiva celebración de Chile