Un hondo dolor atraviesa al alpinismo. Tras una avalancha en Howse Peak, Canadá, a los austríacos David Lama, Hansjörg Auer y al estadounidense Jess Roskelly se les perdió el rastro. A los escaladores, parte de la élite mundial, ya los dan por muertos.
El grupo intentaba atacar el lado este de la montaña, de 3.395 metros, una ruta que recién fue abierta en 1999 por su extrema dificultad.
"Están muertos. No están desaparecidos
Padre de Jess Roskelly
El diario estadounidense The Spokesman Review informó que Roskelley le dijo a su padre John, otro montañero, que lo llamara el martes. La conversación nunca se produjo. John telefoneó a la policía local y el informe fue lapidario: al menos había un cuerpo parcialmente enterrado. "Están muertos. No están desaparecidos", dijo el hombre.
Parks Canada, el organismo gubernamental a cargo del Parque Nacional Banff, donde está Howse Peak, salió a confirmar lo que ya se temía. "Basado en la valoración de la situación, se presume que los tres miembros del grupo han muerto", afirmó.
Hasta ahora no se ha recibido ninguna comunicación de los tres alpinistas. El personal del parque sobrevoló el área y lo que encontraron ensombrece aún más el panorama: indicios de múltiples avalanchas y restos de equipo de escalada.
"Parks Canada extiende sus más sinceras condolencias a las familias, amigos y seres queridos de los tres montañeros", se lee en el comunicado.
Por el temor a nuevas avalanchas, los fuertes vientos y las precipitaciones, los cuerpos no han podido ser rescatados.
Así se ve un derrumbe en Howse Peak:
