Tigre y Walter Montillo dieron un batacazo al derrotar por 2-0 a Boca Juniors para consagrarse campeones de la Copa de la Superliga Argentina en la final disputada el domingo en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba.
Tras conquistar el título, el ex volante de Universidad de Chile manifestó sus sentimientos encontrados y hasta dejó caer varias lágrimas por las constantes lesiones con las que tuvo que lidiar.
"Los equipos cuando juegan bien tienen que ser campeones o quedan en el olvido.
Para nosotros ganarle a Boca era importantísimo por darle la primera estrella a este equipo humilde. Esto es de todos", expresó la "Ardilla".
"Haberlo hecho después de descender tiene algo extra, así que la verdad (estoy) muy feliz. No sé si soy un emblema, yo soy lo que soy, un tipo que intenta hacer lo mejor dentro de la cancha y nada más", añadió.
Sobre las continuas lesiones que le hicieron tomar la decisión de retirarse por varios meses, sostuvo: "Por eso es el llanto, a uno se le vienen tantas cosas a la cabeza. Hace un año estaba entrenando solo con un profe y no sabía lo que iba a pasar. Hace siete meses estaba roto de la rodilla, por eso esto es un premio y un orgullo".