Gianni Infantino fue reelegido presidente de la FIFA sin oposición en el congreso del organismo rector del fútbol mundial celebrado el miércoles en París, donde el dirigente aseguró que la organización ha dejado de ser "tóxica y casi criminal" para volver a sus valores fundamentales.
La reelección de Infantino generó fuertes aplausos en el congreso después de que previamente se modificaran los estatutos del organismo para no requerir una votación en caso de haber una sola candidatura al cargo.
Este abogado de 49 años tiene ahora por delante un mandato de cuatro años para intentar llevar a cabo sus ambiciosos planes futbolísticos, que en parte se vieron frustrados en su primer mandato.
Infantino lleva al frente de la FIFA desde febrero de 2016, cuando sucedió a Joseph Blatter tras un escándalo de corrupción que -según Infantino- el organismo ya dejó atrás.
"Ya nadie habla de la crisis en la FIFA o de reconstruirla desde cero. Nadie habla de escándalos o de corrupción, nosotros hablamos de fútbol. Podemos decir que hemos dado la vuelta a la situación", dijo en un largo discurso en el congreso parisino.
"Esta organización ha pasado de ser tóxica, casi criminal, a ser lo que debería ser: una organización que desarrolla el fútbol y que ahora es sinónimo de transparencia e integridad", agregó.
Infantino también destacó que la FIFA dejó atrás la precaria situación financiera que presentaba al asumir el cargo, al aumentar el presupuesto de la organización de 5.000 a 6.400 millones de dólares y las reservas de 1.000 a 2.750 millones de dólares.