Insaciable. Así se puede definir lo realizado por Rafael Nadal (2°) desde que ganó por primera vez Roland Garros en 2005.
Esta vez, 14 años después, el zurdo consiguió su duodécimo título en la arcilla parisina tras batir a Dominic Thiem (4°), dirigido por Nicolás Massú, por parciales de 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1 en 3 horas y 4 minutos de juego.
Thiem acusó el desgaste. Y es que su interrumpida semifinal ante Novak Djokovic, en donde su partido se suspendió dos veces por lluvia, hizo que llegara a este duelo decisivo evidentemente disminuido físicamente.
Pero luchó y por pasajes del compromiso tuvo contra las cuerdas a Nadal.
El compromiso comenzó con ambos jugadores exhibiendo un tremendo tenis, con puntos largos y jugando un auténtico partidazo.
En el primer set, se quebraron en dos ocasiones, pero el español lo definió con un rompimiento en el octavo game para ganarlo por 6-3 en 55 minutos.
La segunda manga fue distinta. Los juegos de servicio ya no eran tan disputados y los tenistas se amparaban en sus primeros saques. Thiem se quedó con el servicio de Nadal en el duodécimo game e igualó todo, venciendo por 7-5, en 40 minutos.
Después de los dos primeros sets, el zurdo fue arrollador. Sacó a relucir su arsenal de golpes desde fondo de cancha y fue demasiado para un extenuado austriaco.
El tercer parcial fue 6-1 para el español gracias a tres quiebres y el cuarto por el mismo resultado gracias a dos rompimientos.
Con esto, "Rafa" consiguió otro título en el polvo de ladrillo francés y ratifica su condición de "Rey de París". Además, llega a 18 Grand Slams y se pone a dos de Roger Federer.