Gonzalo Jara cae fulminado tras el manotazo de Cavani.
AFP
Chile empataba a cero con Uruguay por los cuartos de final de la Copa América 2015. Era el partido clave para la generación dorada, una prueba de carácter ante un rival rocoso, el momento de demostrar que además de jugar bien podía ganar en las grandes instancias. El Estadio Nacional estaba abarrotado y los nervios tensados. En la cancha la máquina de Jorge Sampaoli no lograba carburar. Los charrúas se defendían con rigor espartano y achicando espacios. Sin embargo, su plan iba a sufrir un inesperado traspié.
Alexis Sánchez, que estaba retrocediendo varios metros para entrar en contacto con el balón, fue derribado en la mitad de la cancha, pero la atención rápidamente se trasladó hacia Gonzalo Jara y Edinson Cavani. Ambos estaban protagonizando un avinagrado intercambio de palabras que acabó con el delantero uruguayo dándole un manotazo al defensor chileno. El de Hualpén cayó al piso teatralmente y al árbitro Alejandro Ricci no le quedó otra que expulsar a Cavani.
Los uruguayos se fueron encima del árbitro reclamando vehementemente. La televisión mostró lo que había pasado. Jara le había toqueteado el trasero al goleador del Paris Saint Germain.
El encuentro continúo en estado de ebullición. A diez minutos del final, Mauricio Isla anotó el único gol del encuentro. La "Celeste" estaba descontrolada. Jorge Fucile se fue por una patada a Alexis, por poco no se desata una gresca monumental sobre el final y al irse de la cancha Christian Stuani hizo un gesto a la galería recordando el palmarés de los orientales . Hasta el flemático técnico Óscar Tábarez perdió los papeles y se trenzó en una discusión con Jorge Valdivia que finalizó con el famoso "con respeto" del volante de Colo Colo.
"Al mismo Luis Suárez y a Gonzalo Higuaín se lo había hecho"
Gonzalo Jara
Los reclamos uruguayos no se hicieron esperar. "Hay miles de forma de ir a buscar a un tipo, es muy feo lo que hizo. Yo también hablo, pero de ahí a ir a meter un dedo en la cola me parece extremadamente exagerado", comentó José María Jiménez. "El árbitro estaba favoreciendo a Chile", agregó el furioso Fucile. "Con Jarita 'habrá que hablar' cuando nos crucemos por el mundo", comentó el ex capitán Diego Lugano.
David Pizarro no se mordió la lengua a la hora de responder, haciendo una referencia tácita al largo historial de artimañas charrúas. "Son muy care'raja. Sabemos la historia de Uruguay, que son selecciones ganadoras, perder en una instancia que no están acostumbrados, es difícil aceptar la derrota", expresó el volante.
No era ni por asomo la primera polémica entre los dos países. En el imaginario colectivo todavía se recuerdan el limón que utilizó Venancio Ramos para desviar un tiro libre de Jorge Aravena o las "gracias a Dios" del "Chiqui" Chavarría por lesionar a Enzo Francescoli o los combos a mansalva en el túnel del Estadio Centenario. Pero esa vez fue distinto.
"Yo también hablo, pero de ahí a ir a meter un dedo en la cola me parece extremadamente exagerado"
José María Giménez
Lo que más dolió en Uruguay fue que Cavani atravesaba un momento difícil. Un día antes del encuentro, su padre había embestido a un motorista que horas después moriría. Chile fue a buscar al artillero y había roto los códigos, de acuerdo a su lógica.
Tras ese encuentro, la Asociación Uruguaya denunció al defensor a la Unidad Disciplinaria de la Conmebol, dejándolo fuera de lo que quedaba de torneo. La ANFP replicó acusando a seis jugadores: Diego Godín, José María Giménez, Jorge Fucile, Álvaro González y Christian Stuani y Fernando Muslera.
Años después, Jara admitiría su error y revelaría que no era la primera vez que recurría a su dedo: "Al mismo Luis Suárez y a Gonzalo Higuaín se lo había hecho. Mi familia me retó y yo pedí disculpas y reconocí mi error como hacen los hombres".
La relación entre Chile y Uruguay nunca volvió a ser la misma. Había nacido una nueva rivalidad.